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Cuatro meses de arduo trabajo, ensayos, intensas jornadas de estudio de partituras y literatura musical, dieron como resultado un admirable concierto que dicho por el propio director de la Orquesta, Maestro Lautaro D´Martín Ortiz, supo a pastel de cereza con chantilly y un toque de limón.
En su primera presentación en la Casa Haaslos miembros de la Orquesta hicieron gala de la amplitud de su repertorio al interpretar obras de grandes compositores de la música clásica.
En la apertura del programa los jóvenes virtuosos interpretarona Vivaldi y de su vasto repertorio eligieronla Sinfonía en Do R.V. 116.
En esta pieza los jóvenes se movieron como peces en el aguaporque se trata de una obra a su nivel cuya ejecución no les representa la menor dificultad.
Luego, la sala se impregnó con la musicalidad del Concierto para piano y orquesta No. 12 de W.A. Mozart, una de las figuras claves del clasicismo.
Debido a su alta formación técnica y pedagógica musical, el Concierto No. 12 -de los 27 que compuso Mozart para piano y orquesta-, no resultó tan retador para los jóvenes que llevan la música en la sangre.
Y es que, además de ejecutar bien sus respectivos instrumentos, durante el Concierto parapiano y orquesta, quizá el reto mayor fue estar al pendiente del solista invitado, el maestro José Miguel Rivera, quien como ya lo ha demostrado en anteriores recitales, se lució en el piano.
El programa avanzó ycuando llegó la hora de mostrarse como grandes virtuosos de la música, los 16 integrantes de la Orquesta sacaron la casta al interpretar una obraimpresionante deF.J. Haydn.
La interpretación de la Sinfonía No. 104 Londres de F. J. Haydn se convirtió en un punto cumbre del concierto.La monumental obra fue el gran reto de la Orquesta Juvenil del CMA, pero los músicos salieron victoriosos y el público los premió con prolongados aplausos.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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