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Acompañadas por músicos, bailarines y  varias Catrinas, algunas de rostro adusto, otras, de traviesa sonrisa, alrededor de 6 mil personas se unieron a la esperada fiesta andante para celebrar con alegría, el placer de vivir ante la inminencia de la muerte.La callejoneada organizada por el Instituto de Cultura de Mazatlán, inició a las ocho de la noche, frente a la Plazuela Machado atestada a esa hora por miles de almas dispuestas a vivir el momento y demostrar -como la alegre Catrina-, que la vida es  ahora y eternamente, como la música y las artes.
La explosión del primer cohete anunció el inicio de la callejoneada en la que participaron tres bandas de música,  coheteros, percusionistas, bailarines  y las infaltables catrinas,  algunas vestidas de manera elaborada y otras “en puros huesos”.
En la procesión fue notoria la entusiasta participación de jóvenes  que avanzaron entre gritos de júbilo por las calles del Centro Histórico.
Bandas de música como La Mazatleca y La Innovadora, pusieron el toque festivo al recorrido.  La gente hizo suyo el festejo, caminó  y bailó durante el trayecto.
Personas de todas las edades buscaron acercarse a las carretas jaladas por burros.  Con vaso desechable en mano y al ritmo de los alegres sones de la banda, se fueron pidiendo cerveza por todo el camino.
–¡Tóquele mijo, como si le hubiera pagado! Decía una señora al clarinetista de una banda, mientras su hija pedía una canción para bailar.
A su paso la callejoneada provocó tumultos en las banquetas.   En su peregrinar los jubilosos participantes atravesaron las calles: Heriberto Frías, Belisario Domínguez, Venus, Niños Héroes, Sixto Osuna, Venustiano Carranza, Romanita de la Peña y la calle Libertad hasta llegar al teatro.
 
 
 
El calor humano arreció.  En su euforia el gentío aligeró la carga de los burros que jalaban las carretas adornadas con flores de colores, donde se  transportaba  los barriles con cerveza. 
Como si fuera desfile de Carnaval, cientos de almas se apostaron sobre las banquetas para ver el paso de la alegre procesión. Otros decidieron unirse al recorrido.
Hubo  paradas

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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