El proyecto funciona bajo la dirección del Maestro Gregorio Sánchez Rodríguez, graduado de la Juilliard School de Nueva York con grado de Maestría donde estudió bajo la tutela de Margaret Pardee, Dorothy De Lay y Masao Kawasaki. También estudió música de cámara con Joseph Gingold, Steven Clapp y Lilian Fuchs.Se trata de un extraordinario programa social que buscará reclutar a niños y adolescentes de bajos recursos económicos pero con aptitudes musicales para iniciarlos en el apasionante estudio de la música y ofrecerles una alternativa educativa que pueda realmente encauzarlos hacia una vida futura sana y productiva.
La idea es utilizar la música como herramienta para rescatar a la niñez y a la juventud de acciones que pongan en riesgo su integridad.
Una muestra de logros en apenas tres meses de trabajo se pudo apreciar el pasado viernes por la tarde en la Plazuela Machado, pero los recitales continuarán durante el mes de diciembre en distintos escenarios.
El concierto inaugural de los alumnos de violín y cello del maestro Gregorio Sánchez fue una demostración de lo que con esfuerzo en tan sólo tres meses de estudio se puede lograr, pues niños desde los siete años debutaron ejecutando el violín con gran soltura.
Canciones infantiles y navideñas fueron las interpretadas por lo pequeños, quienes con mucha disciplina y dominio de escena se presentaron ante familiares y amigos la Plazuela Machado.
El concierto inició con “Oda a la Alegría” interpretada por ocho niños con violín; luego en el escenario quedaron seis pequeños que tocaron una Canción de Navidad.
Un cuarteto de cuerdas interpretó una “Canción de Navidad”.
“Canon” de Pachebel y “Alegría para el mundo”, fueron interpretados por los niños con más conocimientos musicales.
El último bloque del concierto fue muy emotivo pues la mayoría de los niños participó en la interpretación de “Estrellita”, “Noche de Paz” y “Navidad en Mazatlán”.
Aquí el maestro Sánchez pidió al público que cantara y acompañara a los niños durante la interpretación de “Noche de Paz” e hizo que los padres se levantaran para recibir un aplauso.