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El tratamiento de la perpetuación del machismo, fomentado, defendido, heredado, venerado por la misma mujer es asunto presente y motivo del desarrollo de la historia de Marlene y Gabriela, dos mujeres muy distintas que tienen en común al mismo hombre.La dirección artística y general de “Rosa de dos aromas” es de Jorge Gorostiza, experimentado teatrologo mazatleco; las actrices que dan vida a los personajes protagónicos son Gina Ovalle y Silvia Flores.
Este montaje se constituye como la graduación de la primera generación del Taller de Teatro del CMA que, en este caso, se resume a una sola graduada, Gina Ovalle, de los casi 30 compañeros con los que el grupo se inició.
A partir del encuentro de dos mujeres reunidas en la sala de espera de una cárcel que descubren que van a ver al mismo hombre (una es la esposa, la otra, la amante) se desarrolla esta obra intimista, las mujeres se ponen de acuerdo para conseguir el dinero con el que habrán de sacar a Marco Antonio de la cárcel.
La descripción de la relación que surge entre Marlene y Gabriela se aprecia en el transcurrir de la historia, cómo con miles de peripecias van juntando los doscientos mil pesos que necesitan, pero a medida que pasa el tiempo se van conociendo ellas mismas más y comprendiéndose una a la otra.
Esta obra explora el lenguaje cotidiano, callejero y actual al momento en que se escribió y apostó a una fórmula observada en clásicos universales en la que mientras más concentrado se está a la realidad de un ser humano, más se podrá acercar a la universalidad compartida por seres de otras épocas y contextos.
“Rosa de dos aromas” muestra el alma femenina a través de la sicología de sus protagonistas. Una de ellas es Marlene, dueña de un salón de belleza, es vulgar y muy mal hablada; la otra, es Gabriela, traductora, profesionista, refinada y culta, gusta de la buena lectura, habla inglés y francés.
Cada una de las dos mujeres tiene dos hijos; siendo el segundo de cada una de Marco Antonio, ellas se dan cuenta que han sido engañadas y revaloran el papel que tuvo el susodicho en sus vidas, llegando a odiarlo por haber jugado con ellas.
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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