Los coreógrafos e intérpretes participantes son alumnos de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán, jóvenes artistas con un gran talento creativo y compromiso hacia su carrera y entorno social..Cada coreógrafo mostró su propia historia, su propio discurso y una manera particular de hablar a través de la danza. Puede ser desde la tristeza, lo cómico, lo absurdo o lo irreverente; cada uno de ellos pone su voz e invita a presenciar un momento de reflexión y complicidad con sus “Voces de Habitación”.
La primera coreografía fue “Manías”, un texto colectivo sin música, donde intervinieron como intérpretes Julio Rendón, Emmanuel Ponce, Gustavo Mandujano, Nohemí Sánchez y Jorge Luis Rebollo. La coreografía abordó las costumbres obsesivas del hombre.
“Solo sin polos” es una coreografía en colaboración de Cinthya Dueñas y Javier Pérez, se basa en las decisiones que dependen de alguien a quien se aprecia; es decir de las relaciones a larga distancia; esta obra es una creación de CEDES Danza Contemporánea y Ni pies ni cabeza.
La tercera obra fue “Todo en orden”, coreografía de Alejandro Chávez y Aranza Flores, intérpretes: Aranza Flores, Alejandro Chávez, Isabel Guillen, María José Gómez y María Fernando González.
“Fruta bendita” fue interpretada por sus creadoras: Lilia Ayala, Diana Vizcaya y Karen Douglas. Esta pieza habla de la feminidad y sobre la sexualidad de la mujer; la obra rompe los tabúes de lo que aparenta ser una imagen y de lo que no es.
“Atenuando” interpretada por sus creadoras Annel Ramírez y Noemí Sánchez. La coreografía habla de la muerte, se basa en un son jarocho “La Bruja”, es anecdótica y se trata de una joven que una mañana se da cuenta que está muerta.
Le siguió la coreografía “My lonely days”, obra original de: Fernando Leija y Alejandro Chávez; la interpretaron: Fernando Leija, Alejandro Chávez, Rafael Ibañez, Francisco Herrejón, Oswaldo Gómez, Christian Jiménez, Mario López, Emmanuel Ponce, Alejandro Santos, Julio Rendón y Gustavo Mandujano.
“Puentes” fue el penúltimo número, con coreografía de Kimberly Medina e interpretada por Javier Pérez; obra basada en la relación del bailarín con la música.