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En esta ocasión tocó ante casi cien personas en el Salón de la Música del Centro Municipal de las Artes. 
El programa incluyó  obras  musicales del posnacionalismo; la selección responde a sus inquietudes  como músico interesado en difundir  las composiciones mexicanas que retratan  la realidad social de México en los últimos dos siglos.
 
De Ernesto García de León  interpretó Tres Preludios: Observando sombras, observando nubes y Júramelo; luego compartió  Sonata III  de Manuel M. Ponce; Elegie de Johann Kaspar Merts y 8 Haikús de Ana Lara.
 
Pero para él,  el momento más gozoso fue al interpretar  los Toquines de Armando Luna (1964),   pieza que ameritó más de tres meses de arduos ensayos antes de tocarla.
 
Con los Toquines, Jorge Birrueta  condujo al auditorio de  la aparente calma con sonidos suaves hasta momentos de  gran intensidad y elevada sonoridad.
 
Durante esta interpretación el músico toma a la guitarra como una extensión de su cuerpo  y logra establecer una conexión emocional con el público  a través de gesticulaciones y movimientos corporales.
 
Esta imagen visual y sonora  atrapa al auditorio y es uno de los momentos más intensos del concierto.
 
“La pieza es como dice su autor: lúdica, ecléctica y desmadrista por eso me gusta…  la intensidad  de la obra está en los dedos, es muy pasional y muy gestual”, dijo el guitarrista al final del concierto.
 
Jorge Birrueta   inició sus estudios en la Escuela de Música del Instituto de Cultura de Mazatlán y ha perfeccionado su  técnica  y conocimientos musicales  bajo la guía de connotados  músicos de España, Polonia, Cuba, Brasil, Italia, Canadá y México.
 
El próximo año concluirá la Licenciatura en Música en la Escuela Nacional de Música de la UNAM.   Por lo pronto este domingo vuela a Helsinki, Finlandia don

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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