Volver arriba

Desde 1962, las familias mazatlecas de todas las clases sociales se congregan a orillas del malecón para reír, aplaudir, jugar, comer, beber y asombrarse con la creatividad que músicos, bailarines, diseñadores y equipo técnico realizan y este año no fue la excepción.Bajo el concepto de Litoralia: La piel de mar, el Instituto de Cultura de Mazatlán, organizador de la máxima fiesta porteña,  conjuró las esencias festivas de cuatro de los más importantes carnavales en el orbe: Brasil, Venecia, Nueva Orleans y Cuba, para hermanarlos con el sabor de la banda y la brisa del Océano Pacífico.
En los desfiles participaron alrededor de 2 mil personas:  300 a bordo de los carros alegóricos y el resto  avanzó a pie,  distribuidos en las bandas musicales, comparsas y  como  auxiliares de la comitiva carnavalera  o personal de seguridad.
La alta afluencia de espectadores  que  se volcaron sobre el paseo costero no impidió que el desfile de carros alegóricos comenzara puntual, a las 17:30 horas.  Una hora antes salió la avanzada comercial.
Este año, la construcción de las carrozas estuvo a cargo de un equipo múltiple: La familia del Dr. Rigoberto Lewis diseñó dos, bajo las indicaciones que dejó plasmadas el que fuera decano de los artista alegóricos; el del Mtro. Jorge González Neri realizó 18 carros y una carroza; Francisco Igartúa creó otra de las carrozas reales; Monofaber una empresa de nivel nacional, construyó 4 carros tradicionales y 4 alegorías especiales, mientras que Graciano Grande Hermosillo y Ana Becerra participaron con una creación cada uno.
Por su parte, los carros iluminados que tanta admiración despiertan corrieron a cargo de  Jorge Osuna, Henry Wilson y Rafael Mitchell Cruz, que realizaron los 6 y la empresa Luces Feliz construyó 7 carros eléctricos vestidos con iluminación “led”.
Con la avanzada comercial que inició a las 16:30 horas, el público caldeó sus ánimos observando a atractivas señoritas y jóvenes; también degustaron botanas y adquirieron toda clase de artículos. Una hora después, los cohetes surcaron el cielo para avisar que el gran festejo había iniciado.
Brasil, máximo ícono de las fiestas carnestolendas fue el primer tema del desfile, y como uno de los grandes atractivos, el carro número uno transportaba en su cima a la cantante pop Belinda, que entusiasmada saludaba a los porteños mientras ellos coreaban su nombre.
SGM, Lorena I,

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

Lo destacado