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El público que ingresó al Teatro Ángela Peralta sabía, gracias a los programas de mano, que asistiría a un festín dancístico, pero no  a uno de semejantes dimensiones.En punto de las 20:00 horas, la bailarina y coreógrafa Claudia  Lavista, fundadora y directora de la Compañía Delfos Danza Contemporánea, anunció que la coreografía de apertura, De lo inicial, de María Paula Pérez Yate,  correría a cargo de Juan Rodríguez, Edwin Velázquez, Rodrigo Contreras y Pablo Meave, bailarines invitados y surgidos del Programa Hábitat Danza y Conciencia, que desde hace cuatro años lleva las artes a colonias populares para que los niños, jóvenes y adultos entren en contacto con las fuerzas renovadoras del arte.
Los pequeños bailarines, que conocieron el programa en la Colonia Hacienda de Urías, demostraron que las semillas del arte libre de la danza contemporánea ya germinó en sus cuerpos: sincronía, energía, creatividad y pasión hicieron que el público aplaudiera con fuerza al final de su presentación.
Posteriormente llegó el turno de Tacto Con/traste, coreografiada e interpretada por Francisco Herrejón y Paola Reyes, una pieza breve, intensa, dinámica y con un final que dejó sorprendido a todo el teatro.
En Ser/Es, los bailarines Andibii Gallardo, Issabel Monge, Oswaldo Gómez, Francisco Herrejón, Rafael Ibáñez, Ilse Meza, Anniela Huidobro, Alejandra Juárez, Mario López, Christian Jiménez y Rodrigo de la Cruz, quien también es el coreógrafo de esta obra, se inspiraron en una ficción del escritor argentino Julio Cortazar para entregar una presentación fresca, plagada de humor y energía libre, una representación que, parece, podría ocurrirle a cualquiera, en cualquier hora de cualquier día.
A.K.A interpretada y coreografiada por Alejandra Muñoz y Ángel García, fue otro número breve en el que los bailarines hicieron un derroche de fuerzas acompañados por una excelente selección musical: ritmos modernos que realzaron el carácter renovador que la EPDM infunde a cada una de sus creaciones.
Antes del intermedio Corteza, del coreógrafo Johnny Millán, mostró a 10 bailarinas en fundadas en elegantes trajes en una estilizada y potente danza que, minutos antes de finalizar, dejó boquiabiertos a los espectadores con una proyección monumental que cubrió todo el escenario: imágenes de la formación de  un feto humano; ciencia y arte, se fundieron en escena mientras el Teatro Ángela Peralta vitoreaba y aplaudía la representación.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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