Acompañado por el actor Odiseo Bichir y Antonio Calvo, productor de esta obra de terror con 20 años ininterrumpidos de presentaciones en México, participaron en una rueda de prensa presidida por el Director General de CULTURA, Raúl Rico González.El elenco y el productor presentan La Dama de Negro este viernes 26 de septiembre en el Teatro Ángela Peralta, a las 19:00 y 21:30, dentro de la programación del Festival Internacional de Teatro “Escena Mazatlán 2014”.
El productor Antonio Calvo destacó que hace veinte años cuando decidieron presentar en México la adaptación de esta obra inglesa, fue como aventarse al abismo, la gente decía que estaban locos, porque el teatro de terror no funcionaba en este País.
Pero el proyecto teatral al que originalmente solo le daban 15 días de funciones, está tan bien adaptado y la historia se aproxima tanto a la versión original inglesa –aunque con temperamento latino- que ha logrado permanecer en el gusto del público durante 20 años ininterrumpidos.
Rafael Perrín subrayó que en 20 años han recorrido toda la República Mexicana y no se dan abasto con las funciones de La Dama de Negro.
“Esta obra, en vez de que se acabe, va acabar con nosotros”, comentó en tono de broma.
Odiseo Bichir, quien ha consagrado los últimos nueve años de su vida a pulir el personaje de Arthur Kipps, expresó que La Dama de Negro es una historia de terror pero también fomenta el amor porque al final toda la gente sale abrazada.
Kipps ha vivido aterrado a partir de una experiencia con fantasmas que enfrentó en su juventud, los terribles eventos deben ser contados ante un público formado por familiares y amigos, por lo que decide escribir su historia y buscar la ayuda de John Morris (Rafael Perrín) un escéptico director de escena para que lo oriente.
Durante el primer acto, el público conoce los pormenores de la historia y siente la atmósfera inglesa de principios del siglo XX.
En el segundo acto, la historia va provocando risas nerviosas que culminan en gritos de terror y pánico, logrando que la gente se paralice de miedo ante los fenómenos inexplicables que suceden.