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Yo no soy Samuel Krohm” del director francés Sebastien Chantal, abrió las proyecciones con una estremecedora historia de horror basada en la obra de H.P Lovecraft. Ocultismo, demonios y el sentido omnipresente de un mal mítico y ancestral dejó a los asistentes al filo de su asiento en una cortometraje ágil, entretenido y sumamente oscuro. 
Posteriormente, el corto suizo “Sandrine”, de Nicolas Greinacher, expuso el vulnerable, explosivo y conflictivo mundo de “Sadrine”, una adolescente sumergida en el complejo florecer de la adolescencia. El amor, el deseo, la soledad y el sufrimiento se debaten en el mundo de la protagonista y todo esto es expuesto a través de una narración vertiginosa que marcha al compás de una atractiva y moderna banda sonora.
 
Un mundo mágico, impredecible y desconcertante llegó a los espectadores con el filme mexicano “La laguna encantada” de Pablo Pérez Lombardini. Un joven extranjero viaja por el corazón de México en busca de un lugar que, parece, es una especie de meta espiritual.
 
En el trayecto, encontrará una serie de personajes e historias que lo llevan a cuestionarse el valor de su búsqueda al tropezar con el miedo, la duda y, sobre todo, el poderoso sentido que lo fantástico y lo extraordinario poseen en el trayecto de su vida.
 
“Protocolo”, otro filme producido por el Centro de Capacitación Cinematográfica, la máxima casa de estudios de cine en México, sorprendió al público con una historia de ciencia ficción, género poco desarrollado en  este país. La calidad de las imágenes, efectos especiales, sonido y en particular, una inquietante trama, dejaron un grato sabor de boca ante este esbozo de lo que podría convertirse en un digno largometraje mexicano.
 
“Oscuro” de César García, fue sin duda el filme más impactante de la tarde con una secuencia plagada de violencia que cuestiona la responsabilidad del ser humano ante los acontecimientos más terribles que lo rodean.
Para cerrar la sección de cortometrajes se exhibió “La sombra de ella”, de Eric Coy. La vida de “Diana” y “Graciela”, su madre, están encadenadas al constante sufrimiento que la señora padece a causa de una enfermedad.
 
Visiblemente desgastada, “Diana” está al límite de sus fuerzas, cuando descubre que, desde hace algunos días, su madre dejó de tomar su medicamente para pon

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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