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Poco a poco, el público porteño empezó a llenar las localidades para escuchar la disparatada historia de “Bedoya”, una científica loca que sueña con insertar el cerebro de su amor platónico, “El profesor”, un sabio anciano cuyo cuerpo se encuentra en decadencia, en un cuerpo perfecto a fin de perpetuar su vida.Sin embargo, la torpeza de su asistente la orillará a aniquilar al profesor y, en su lugar, trasladará el cerebro de “Pánfilo” un vividor de barrio, al cuerpo “del monstruo de amor” que tiene planeado construir.
Apoderándose del florido, chocante y siempre vivo léxico de las calles de la Ciudad de México, el dramaturgo Alejandro Licona hace que “Pánfilo” aproveche la fuerza sobrehumana de su nuevo cuerpo para convertirse en “La Amenaza Roja”, protector de la sociedad “amolada, pobre y corrupta” de la gran Ciudad de México.
Entre números musicales, albures y efectos especiales chuscos, dignos de la inagotable y ya célebre creatividad chilanga, la obra transportó al pequeño rincón mazatleco a la inmensa urbe, y, en especial, al mundo de las ficheras, luchadores y los cantantes de la Época de Oro del Cine Mexicano.
De la enorme cantidad de recursos con los que cuenta el Carro de Comedias, destaca la escenografía, un pequeño cuadro capaz de convertirse en vecindad, hospital, cuadrilátero, casa, Ministerio Público.
“La Amenaza Roja” volverá a tomar por asalto las calles del puerto este martes 30 de septiembre, a las 18:00 horas, en la Plazuela Machado; y el miércoles 1 de octubre, a la misma hora, en la Plazuela República. La entrada es libre.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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