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La exposición no tiene un nombre específico ni ofrece al espectador un hilo conductor definido, tampoco es una muestra retrospectiva,  pues su única intención es mostrar la experiencia del artista en las  técnicas del grabado.En la exposición  de Manuel Alencaster se aprecia un ojo de mirada incisiva, una ciudad cuyos edificios más emblemáticos son devorados por la arquitectura contemporánea y la modernidad y una figura humana postrada en plena reflexión.
La advertencia ante el impredecible comportamiento de la naturaleza plasmado en obras  logradas  en  azul y blanco  y  técnicas de acrílico y  óleo  que dejan ver unos barcos en pleno hundimiento bajo el mar  embravecido y  una escultura en vidrio con tonalidades plateadas y azules, inspirada en las flores que nacen en las faldas de un volcán, son una pequeña muestra  de las obras expuestas.
La exposición que no tiene un nombre específico es la octava muestra individual de Manuel Alencaster que ha participado también en 42 colectivas.
El artista que admira la obra de Dalí, Calder, Klein, Miro y Toledo, también siente profundo respeto y admiración por su padre Manuel Alencaster, no solo porque como arquitecto construyó grandes obras, entre ellas el antiguo edificio del Seguro Social de la Av. del Mar,   sino porque fue precisamente él,  quien lo acercó a las artes plásticas.
Manuel Alencaster Villalva era un niño de 6 años cuando comenzó a pintar bajo la influencia de su padre, arquitecto y pintor que  todos los domingos sacaba el caballete al jardín y  enseñaba a su pequeño hijo a crear y a expresarse   a partir del uso del pincel y una paleta de colores.
Esta experiencia en su etapa infantil le generó un vínculo con la pintura y la escultura que no desvaneció ni en su época de universitaria  cuando decidió estudiar Diseño Gráfico, carrera que dejó  en receso para  tomar talleres de arte con reconocidos maestros.
 
Hoy, Manuel Alencantar  es un artista  apasionado y deseoso de compartir  toda su experiencia y conocimientos sobre el grabado,  cuyas obras  son una extraña simbiosis entre la fuerza que surge de su espíritu creativo y la interpretación del mundo que lo rodea.
La expo fue inaugurada por la maestra Cecilia Sánchez Duarte, coordinadora de Artes Plásticas del Centro Municipal de las Artes.
A nombre del Instituto de Cultura de Mazatlán  reconoció   en Manuel Alencaster a un artista  muy metódico, disciplinado y totalmente entregado al arte que se distingue por ser de los pocos artistas plásticos que se dedican casi exclusivamente al grabado.  

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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