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Ímpetu, sutilezas sonoras, una instrumentación distinta e intervenciones brillantes de cada músico, en lo individual y en conjunto, le dieron dinamismo y riqueza a esta presentación que inició con “Rapsody” de Takayoshi Yashioka, con la intervención de Max Carreón en la marimba, Max Torres en el contrabajo, Sergio Freeman en el clarinete, Laura García en la flauta y Carlos Ruiz, como invitado especial, en la batería.La obra de carácter provocador, plagada de ritmos y sonidos discordantes, fue una manera insuperable de demostrar la intención de Camerata Lounge por crear un momento atractivo y renovador en el panorama de la música porteña.
En “Primera metamorfosis para Oboe Solo”, de Benjamín Britten, Vilma Domínguez recreó la seductora leyenda de “Pan” en una obra breve, de carácter lírico que endulzó el ambiente al instante para después dar paso a “Allegro Apassionato, 1er Mov. de la Sonata para viola y piano Op. 120 No. ” de Johannes Brahms, en donde los maestros Lautaro Ortiz, en la viola  y Sergio Freeman en el piano, dieron rienda suelta a una composición de gran sonoridad y expresividad, llena de contrastes que hizo presente la gran sensibilidad del genio alemán.
Este ambiente lírico, cargado de exquisitez se prolongó con “Allegro Appasionato, pieza para violoncello y piano” del francés Camille Saint-Säens en manos de José Miguel Rivera al piano y Citlalli Cisneros, en el contrabajo.
Posteriormente la ”Obertura sobre temas hebreos” de Sergéi Prokofiev introdujo un clima ceremonioso, grave, evocativo, sutil y enigmático, con sonoridades de carácter oriental que exaltó a los oyentes gracias a la gran química entre los maestros Eddie Jumbo (violoncello), Nina Farvarschk, y Alain (violines), Sergio Freeman (clarinete) y Lautaro Ortiz (viola).
Una breve pausa permitió al público pasar a comer bocadillos y degustar vino antes de desplazarse al salón que desemboca en la calle Heriberto Frías para la parte final del recital. “Concierto para piccolo RV. 443 Allegro, largo y allegro molto” de Antonio Vivaldi permitió que Laura García luciera su gran habilidad interpretativa en una pieza vivaz, fresca y ágil que revitalizó a la audiencia para luego rematar con “Verano porteño” de Astor Piazzola, que dio espacio para que la maestra rusa Nina Farvarschuk trazara un poderosa y apasionante actuación como solista que levantó al público de su asiento para despedir con un fuerte aplauso la segunda presentación de “Camerata lounge”.
La tercera y última presentación de este concepto tendrá lugar el jueves 20 de noviembre, a las 19:00 horas en Casa Haas. Los boletos tendrán un costo de 100 pesos, y pue

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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