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Esta vez, con un público más enérgico al acostumbrado, los asientos del inmueble fueron ocupados en su totalidad por alumnos del colegio Remington, del Instituto Cultural de Occidente, del Instituto Cervantes del Pacifico y la primaria 13 de Septiembre, entre otras.Antes de empezar la función, el teatro Ángela Peralta se llenó de risas y alegría por parte de los niños, quienes esperaban con ansia el comienzo de la función. Cuando ésto pasó, el maestro José María Álvarez les dio la bienvenida y se mostró feliz por la gran asistencia en su público.
Ya inaugurada la función, de forma amena, José María Álvarez anuncio y narró “El renacuajo paseador”, una pieza del compositor mexicano Silvestre Revueltas,  quien para darle vida a su obra, se basó en una fabula del escritor colombiano Rafael Pombo.
El espectáculo tomó diversos matices cuando las alumnas de la Escuela de Ballet Clásico del Instituto de Cultura, dirigidas por la maestra Zoila Fernández se incorporaron al coreografiar “Danza Macabra” del compositor francés Camille Saint- Saëns. Los alumnos mostraron un especial respeto ante esta pieza relacionada con la muerte.
Entre el repertorio de temas, los niños pudieron disfrutar de las aventuras de “Pedro y el lobo” de Sergie Prokofiev, también a “Mickey Mouse” en la animación que el filme “Fantasía” hace sobre el clásico de Paul Dukas, “El aprendiz de brujo”, inspirado en un poema del escritor alemán Johann Wolfgang Von Goethe.
Al terminar la función, con un oleaje de aplausos, los infantes despidieron a los artistas agradeciendo el día inolvidable que vivieron gracias a la Camerata Mazatlán, las alumnas de la Escuela de Ballet Clásico del Instituto de Cultura y el maestro José María Álvarez.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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