“Gracias por traernos a este festival. Hemos tenido la dicha de recorrer el mundo entero con nuestra música. El año que viene vamos de gira para Asia. Ya hemos estado en Europa, Centro y Sudamérica, Estados Unidos y por su puesto toda la República Mexicana”, señaló el “Rebelde del Acordeón” en una pequeña rueda de prensa celebrada minutos antes del concierto.En 35 años de carrera, próximos a cumplirse en 2015, Celso Piña pasó de lo tradicional a la música fusión; puso a bailar a Gabriel García Márquez; logró posicionarse como número uno en Colombia, la mismísima tierra del vallenato; un público seco y una bizarra prueba de sonido, interrumpida por las tres oraciones diarias de la fe musulmana, lo recibieron en Marruecos, y Finlandia, Francia, Noruega, España, Hollywood, Brasil, España y Argentina le han confirmado que hay muchas lenguas, pero música sólo hay una ¿qué le depararía Mazatlán?
Tan pronto sonaron los primeros bufidos del acordeón, los patasaladas dejaron de lado su habitual timidez y se agolparon frente al escenario con la “Cumbia sampuesana” y allí Celso Piña y sus músicos hicieron que Olas Altas y su gente se olvidaran, por una hora y cuarenta minutos, de las quebradas y bufidos de la banda, con los meneos y la picardía de la cumbia.
“Macondo”, homenajeó al gran cuentacuentos de Aracataca, Colombia; “Reina de cumbias” vio cómo el ambiente, lleno de meneos, cerveza, sudores y sonrisas crecía a lo largo y ancho del paseo más tradicional del puerto; “Los caminos de la vida” pusieron, como dulce machetazo, el acento grave y filosófico de la noche, y minutos después Celso casi empieza la canción sin su acordeón, recordándole a la raza que sin ese trozo de su alma se siente totalmente desnudo.
Para muchos, la notoriedad, “la fama” de este regiomontano universal se debe a que tocó para “Gabo”, a que recibió al pintor Fernando Botero al ritmo de vallenato, a que Carlos Monsiváis alabó su música o a que le da lo mismo tocar en el Vive Latino o el Cervantino; con Natalia Lafourcade, Grupo Pesado, Gloria Trevi, Alex Lora y una lista inmensa de artistas multirítmicos y multinacionales…pero su esencia está abajo, con, como él señaló en la rueda de prensa, “tanta gente importante…como ustedes”.
Allí está el “Mago Búgalo” sacándole lumbre al pavimento con sus impredecibles pasos; Sonia, una bióloga marina con las manos en el aire; Claudia Lavista y Omar Carrum, directores de Delfos Danza Contemporánea sudando a raudales con la “Cumbia sobre el río”, Gustavo, de la Pancho Villa, que lagrimea en “Aunque no sea conmigo”; Ana Elizalde, estudiante de Ciencias de la Comunicación y un grupo de maestros