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Nacido en Prediceña, Durango, Aguirre se ha dado a la tarea de capturar el silencio de los llanos, la vasta gama de colores del cielo y la vegetación, y de forma especial, el complejo universo vital del desierto y sus cerros para hacer un relato altamente emotivo sobre su terruño.Con más de 400 exposiciones individuales a lo largo de la República Mexicana y en países como Italia, Francia o Estados Unidos, Rafael Aguirre se define como un pintor obsesivo, exigente y disciplinado que muestra el gran arraigo y pasión hacia su tierra en una obra diáfana con la que el público puede entablar un diálogo y sumergirse plácidamente en sus paisajes.
La entrada a la exposición “Paisajes y no sé” es gratuita.
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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