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Para la joven de 23 años, portar la corona del Carnaval sería una satisfacción muy grande pues este triunfo no solo se resumiría a traer un accesorio en la cabeza. 
“Detrás de este triunfo estaría mi esfuerzo,  mi preparación, mi crecimiento personal y mi capacidad para atender nuevas responsabilidades”, expresa entusiasmada.
 
Preparada emocionalmente para enfrentar este nuevo reto, la joven de espigada figura  no dudó en inscribirse como candidata porque el concurso no solo es de belleza.
 
“Si fuera así, tal vez no estaría aquí, el certamen también es de criterio y más que lo físico, a las participantes  nos  permite dar a conocer nuestros puntos de vista acerca de muchos temas. Me encanta imponerme metas,  momentos nuevos y bonitos que me queden guardados para siempre, creo que eso es el carnaval”.
 
En esta última etapa de la contienda la aspirante al máximo reinado recibirá clases de dicción y desenvolvimiento en la pasarela,  convencida de la importancia de prepararse para hacer un buen papel en la gran final el 24 de enero.
 
Berenice desea ganar el reinado del Carnaval y aprovechar su triunfo para  promover a Mazatlán como un destino que lo tiene todo  para atraer nuevos flujos turísticos.
 
“Necesitamos traer más turistas, incrementar la presencia de nuestro puerto en el mercado nacional y extranjero,  pues  lamentablemente en la televisión fomentan la idea de un Mazatlán peligroso e inseguro y eso genera una percepción equivocada”.
 
Prueba de ello es ver cómo conviven y se divierten las familias de manera tranquila durante los días de Carnaval,   la gran fiesta de los mazatlecos que brinda la oportunidad de contagiar lo bueno y compartir nuestras  costumbres y tradiciones con el mundo, afirma.
 
Nerviosa y muy emocionada ante la proximidad del certamen Berenice se congratula por el clima armonioso prevaleciente entre las nueve candidatas;  afirma que aunque a todas les encantaría ganar, es necesario trabajar en el manejo de las emociones para no terminar con el corazón roto.
 
“Tratamos de convivir, ir a cenar y conocernos  un poco más fuera de las actividades del concurso  y eso aligera y hace&nbsp

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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