Como comentarista de la obra, el poeta mazatleco Fernando Alarriba dio la bienvenida al público y señaló que la visita de la también narradora se debía a su participación en el taller de poesía “La Frontera Indómita”, un programa del Instituto de Cultura de Mazatlán que cuenta con el apoyo de Andraval Ediciones y que da la posibilidad de que los integrantes del grupo trabajen sus textos con destacados poetas sinaloenses.“La vasta experiencia del amor, tema fundamental de la poesía y de la vida, es el pilar de ‘Los Conjuros del Cuerpo’, y en un poemario claro, sencillo y abundante, Ernestina Yépiz logra ofrecer sus diferentes rostros: el amor de pareja, la amistad como amor, el desamor y el rencor, la soledad, la celebración de las ausencias y la muerte”, señaló Alarriba.
A partir de este comentario, Yépiz dijo que, efectivamente, el tema del amor es algo que le interesa y que ha venido trabajando desde hace tiempo sin lograr llegar aún a lo que ella llamó su “madurez poética”.
“Yo pienso que los poemas jamás terminan de escribirse. Yo siempre estoy en búsqueda de mi gran poema, al menos de mi poema de madurez, pero definitivamente ‘Los Conjuros del Cuerpo’ sí representa un forma de estar en el mundo, hasta que uno nombra es cuando realmente formamos parte del mundo y de la realidad y este trabajo se basa en eso, el acto de darle presencia a muchas experiencias en la palabra”.
La también editora señaló que una de sus principales preocupaciones estéticas es la claridad y sencillez, dos medios esenciales para poder conectarse con un público, y así poder concretar el acto poético, algo que cuido mucho en la elaboración de este libro.
“Yo estoy segura de que un poema no se completa hasta que llega a un lector, cuando el lector entra en contacto con un poema lo hace suyo y allí es cuando el acto de la escritura se consuma”.
En esta línea, la presentación dio un giro en el que el público tuvo la oportunidad de dialogar ampliamente con la escritora sobre sus inquietudes estéticas, el oficio de la escritura, los distintos procesos creativos que ha atravesado en su vida y sobre el papel que la poesía ha tenido para ella.
“El día de hoy yo no puedo concebir mi vida sin poesía y sin literatura. Tal vez, cinco años atrás mi posición hubiera sido otra, pero el día de hoy sé que la poesía es esencial para mí y creo también que todos los seres humanos tenemos una actitud poética inherente, y definitivamente creo que esto puede convertirnos en mejores seres humanos”.