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Mezclando danza, música y artes marciales, los artistas dejaron que el sonido, creado en vivo con una guitarra y aparatos de grabación, se convirtiera en la fuerza motriz con la que Holguín se desplazó sobre el escenario con plena libertad.Uno de los elementos más interesantes de “Híbridos” fue su capacidad de romper las barreras entre disciplinas artísticas: el músico, al ser tocado por la bailarina, tuvo oportunidad de danzar e incorporar movimientos de yuyitzu; a su vez, la bailarina tomó el micrófono, entonó una serie de versos y éstos dieron pie a la creación de una melodía.
Tras finalizar la presentación, Andrea Holguín; miembro de la Compañía Danza Viral y egresada de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán, y el maestro Magaña, editor musical de la EPDM, abrieron una breve sesión de preguntas de parte del público en donde destacaron la naturaleza del proceso creativo detrás de “Híbridos”: el hecho de aprender códigos y lenguajes de otras disciplinas, y así establecer un diálogo único entre los intérpretes.
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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