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Barruch llegó a Mazatlán bajo la invitación de Claudia Lavista y Omar Carrum, directores de la Compañía Delfos Danza Contemporánea y la EPDM, tras conocerse hace tres años en un festival de danza en Estados Unidos. Desde entonces, la intención de que este multifacético artista compartiera sus conocimientos y ayudará a los alumnos en la creación de una pieza estuvo latente, hasta ahora. 
“El nombre de esta pieza, ‘Sip the sky’ (Prueba el cielo), se dio tras ver el horizonte de Mazatlán, el contacto del mar y el cielo. En Nueva York jamás podré ver esto porque los edificios son enormes. En este panorama tienes una visión periférica y liberadora, de tranquilidad, donde el cielo y el mar se encuentran”.
 
Bajo este concepto, los alumnos de la EPDM trabajaron sobre movimientos fluidos, en un ritmo constante, donde el cuerpo se expresa de manera orgánica y parte siempre de las emociones, ya que la intención de Barruch fue exponer cómo la fluidez y el sentido de apertura se relacionan.
 
“Trabajo a partir de un lenguaje intrínseco. Me gusta enseñar este idioma a todos los bailarines porque es importante que comprendan mi visión, mi forma de pensar, desde dónde veo las cosas, y después les doy reglas para que puedan tomar mi material, manipularlo y cambiarlo. Así que al final es algo que básicamente que ellos crearon pero desde el lenguaje de mi trabajo”, señaló el coreógrafo.
 
Barruch enfatizó la creatividad, talento y disposición de los jóvenes bailarines para integrarse a su proceso creativo, algo fundamental cuando se trata de un trabajo que nace de la colaboración y que implica varios desafíos, entre ellos, sortear las barreras del lenguaje para llegar a un punto en común a través del cuerpo.
 
“Todos los estudiantes son muy talentosos, inteligentes, cariñosos y cómicos. Son un grupo muy divertido y tienen una alegría de vivir que es muy potente, están dispuestos a recibir información  y quieren hacer las cosas bien, quieren ser parte de este proceso y se han entregado de manera generosa. Estoy muy agradecido por esto, porque yo trabajo basado en la colaboración y es muy importante tener bailarines que quieren dar todo de sí”.
 
 
 
 
 
Zip the sky (Una prueba del cielo): inspirado en el horizonte de Mazatlán, contrastando con los edificios enorme de N.Y; el toque del

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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