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Fue la noche de dos historias: la de una intensa fantasía hecha realidad, y la de una realidad que, en 25 años, ha creado un mundo fantástico a través del ballet. 
Tan pronto se alzó el telón, la música de Joby Talbot introdujo la fantasía y el misterio que la inmortal obra del escritor inglés Lewis Carroll ha impuesto a numerosas generaciones, y que en esta ocasión fue expuesta en Mazatlán a partir de la coreografía de Christopher Wheeldon.
 
La  espectacular escenografía del Ballet de Monterrey realizada por Raúl Font y Víctor Carrizalez, la iluminación y el vestuario confeccionado en los talleres de Cultura, dotaron de vitalidad el espectáculo que mantuvo en vilo a la audiencia con  la historia de la encantadora “Alicia”, interpretada por Irma Laura Osuna, formada en las aulas de la institución que esa noche celebró su vigésimo quinto aniversario.
 
La protagonista disfruta el lujo y el confort en una pequeña fiesta. Es la exquisita, refinada y rígida época victoriana y el idilio amoroso de la joven con un jardinero no es aprobado por sus padres y por la sociedad. Tras esa decepción, iniciará un delirante viaje conducido por el “Conejo blanco”, personificado por el camaleónico bailarín cubano Rainer Alejandro Díaz Martínez.
 
Estos dos personajes, interpretados por los experimentados bailarines de la Compañía Ballet Clásico de Sinaloa, dirigida por el maestro Guillermo Carrillo, llevaron a los asistentes por un bello jardín, un escabroso túnel, una misteriosa estancia, un bosque sombrío, un mar de lágrimas, una bizarra fiesta del té y un loquísimo y mortal palacio en donde “Alicia” aprende, sufre, goza, se trastorna y también, se transforma.
 
En esta noche, el ballet puso el punto fino a un trabajo más complejo y monumental: un agotador ejercicio dancístico, desbordantes interpretaciones, la coordinación de un vasto cuerpo dancístico con alumnas y alumnos de todo nivel y el uso de recursos visuales y escénicos excepcionales.
 
Aramara M. Ayala, Teresita Rentería Beltrán, Alina Rodríguez Begdali, Eduardo Flores Ochoa y  Frank Elieser Santos, Esli Millán, Núñez, Ángela López Sarmiento, Edelys Bernal Hernández y Paola Villegas Loaiza soportaron el enorme peso de dar vida a “las hermanas de Alicia”, “la reina de corazones”, “El sombrerero loco”, ““La Oruga”, “El Gato de Cheshire”, “la pequeña

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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