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Con capacidad para recibir alumnos a partir de los siete años de edad,  ésta prestigiada institución engrandece desde hace 25 años, el legado educativo del Instituto de Cultura de Mazatlán.Parte vital de la campaña lanzada por Cultura para promover la educación artística, la reconocida coreógrafa, ensayista, maestra y directora de la Escuela Municipal de Ballet, Zoila Fernández Fernández, destaca la trascendencia de ésta institución reconocida por su disciplina, nivel académico, alto rigor técnico y artístico.
“Contamos con un plan de estudios validado por la Secretaría de Educación Pública y Cultura y avalado por la Escuela Nacional de Ballet de Cuba; los estudiantes que terminan su carrera salen con certificado, graduados como bailarines y maestros”, destaca.
Al concluir su preparación básica los alumnos pueden ingresar al nivel técnico y al finalizar, pueden  incorporarse a compañías o continuar su formación  a nivel profesional. 
La prestigiada  maestra cubana subraya  que  la Escuela Municipal de Ballet no solo se limita a formar artistas,  el objetivo es  formar individuos integrales, más sensibles y cultos, porque la aspiración es  elevar el  nivel educativo  de  Mazatlán  a través de las artes.
Pero la grandeza de la Escuela Municipal de Ballet no se mide solo en el renglón educativo básico o técnico.
Sus logros se miden en la profesionalización del ballet porque de ella egresaron artistas que hoy bailan a nivel profesional y en la capacidad de producir espectáculos de gran calado donde participan los alumnos de todos los niveles junto a bailarines invitados.
En opinión de la maestra Zoila Fernández, es el reconocimiento oficial del modelo educativo del Instituto de Cultura al que pertenece la Escuela Municipal de Ballet, lo que aumenta el  valor artístico  de las carreras que ofrece.
Para los maestros y artistas que trabajamos en las escuelas de arte del Instituto de Cultura de Mazatlán  el objetivo es volcar, en la comunidad, todo el proceso educativo-cultural que se desarrolla en las aulas para lograr una población más culta y más educada, finaliza Zoila Fernández.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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