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“Trionfi-Carl Orff” permitió al público porteño conocer el trabajo de más de 20 años que el polémico artistas organizo a partir de una trilogía compuesta por “Carmina Burana”, “Catulli Carmina” y “Trionfo di Afrodita” dejando a un lado las portentosa secciones de percusiones, voces y orquesta que las convierten en obras colosales.El joven músico porteño hizo del piano la espina dorsal de este recital para desmenuzar la compleja sonoridad de estas obras que desnudan los vibrantes y múltiples universos de la Edad Medía y el Imperio Romano.
Con una exigente serie de gestos técnicos e interpretativos, Castellanos paso de lo sensual, a lo violento, de lo lírico a lo juguetón y de lo triste a lo celebrativo en una sección larga compuesta por más de 19 cantos de “Carmina Burana” y nueve más de “Catulli Carmina” y “Trionfo di Adrodite”.
Salvo un pequeño intermedio de diez minutos, el público no tuvo chanza de aplaudir o interactuar con el artista debido a la incansable interpretación del pianista y de un grupo de cantantes que, de forma esporádica, crearon una ambientación que entre lo macabro y lo misterioso fortaleciendo así la rarísima y seductora potencia de la música de Carl Orff.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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