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Publicado el 15 octubre, 2015

‘Concierto Renacer’: Una fiesta del arte y el espíritu

Desde hace 11 meses, la mezzosoprano, egresada de la Escuela Superior de Música y Canto del Instituto de Cultura de Mazatlán, trabajó en este proyecto con el apoyo del programa “Coros Infantiles Comunitarios”, del Sistema DIF Mazatlán, para ofrecer a niños de entre 6 y 12 años un acercamiento al arte que ha contribuido en su desarrollo psicomotriz y cognitivo. De esta manera, el repertorio de esta noche permitió que el Coro demostrara su evolución en el vocalizar, cantar, proyectar una presencia escénica y, sobre todo, permitir que su voz exprese la alegría, optimismo e ilusión de encontrar nuevas formas de vivir y crear a través de la música.
“Himno a la alegría”, de Ludwig Van Beethoven, “Clarinete” de Alfredo Mendoza y una serie de canciones populares como “A la orilla del agua”, “La bella niña”, “No le daba el sol”, “Aram sam sam”, y “Samba lelé” dieron pie a que los pequeños cantaran, bailaran, usar la tarima como tambor con el golpe de sus piernas y contagiaran a amigos, familiares y al público en general con su energía.
Posteriormente, la maestra Beltrán ofreció una muestra de su talento vocal con una serie de arias como “Ombra mai fu recitativo” de George Friedrich Händel, “Che faró senza Eurídice”, de Christoph Willibald Von Gluck y “Dolente immagine di fille mia arietta” de Vincenzo Bellini, entre otras.
La parte final del recital contó con la participación del Ensamble Musical Ravel, integrado por Celsa Paulina Bertoldi, en la flauta; Eric Elihú Infante, en el cello y María Fernanda Bertoldi, Joel Cadenas y Edna Eunice Infante en los violines.
Ellos acompañaron a la maestra Beltrán en tres temas: “Si nos dejan”, de José Alfredo Jiménez; “Por una cabeza”, del argentino Carlos Gardel, e incluso dieron vida a un clásico del rock de los 90´s, “Zombie” de The Cramberries. Como remate, todos los artistas interpretaron “Mazatlán”, de Gabriel Ruiz.
Al final, el público celebró a los artistas con un fuerte aplauso tras un concierto que demostró cómo el arte tiene la capacidad de transformar y nutrir la vida de un individuo y una comunidad, logrando así un auténtico “Renacer” del espíritu humano, a través de la música.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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