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Nueve violinistas, cinco violas, tres cellistas, un contrabajo, un pianista, una oboísta y dos percusionistas, dirigidos por el director de orquesta Percival Álvarez, componen la Camerata Mazatlán, un grupo de instrumentistas de talla internacional que comparten sus conocimientos como maestros de música en el Instituto de Cultura de Mazatlán.El público ansioso observaba cómo las luminarias se apagaron y las imágenes sagradas del recinto fueron arropadas por un rosa brillante mientras la Camerata Mazatlán interpretaba la Sinfonía No. 1 del compositor inglés del siglo XVIII William Boyce para iniciar el concierto.
Poco después, atraídos por el grácil sonido de las cuerdas  y las airadas notas en las piezas, cada vez más curiosos se acercaron al recinto para poblar las bancas de caoba y  disfrutar a los maestros Lautaro D’ Martin y Vilma Domínguez, protagonistas de los Conciertos para Violín y Oboe y Viola y Orquesta en Do Menor del austriaco Johann Sebastian Bach.
Al término, las percusiones simularon un juego de campanas, y acorde a la elegante y oscura vestimenta de los músicos, un denso y sombrío ambiente impregnó la iglesia con la interpretación de Shadows of Notre Dame de R. J. Frank, ganándose el aplauso de los presentes.
La enigmática Serenata Nocturna No. 6 en Re Mayor K. 239 del maestro del clasicismo Wolfgang Amadeus Mozart fue la última y más aclamada pieza del concierto.
El público se puso de pie para despedir y reconocer con aplausos a la Camerata Mazatlán por el agradable momento que les brindaron con su talento a través del programa Cultura con Historia que forma parte del Festival Cultural Mazatlán 2015.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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