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La fiesta piromusical inició en punto de las 22:30 horas tras la cuenta regresiva hecha por el Director General de Cultura y organizador del Carnaval de Mazatlán, Raúl Rico González,  justo en ese momento la primera estela de luz explotó en el cielo y arrancó un grito de emoción por parte del público. 
Esta edición del Combate Naval,  realizada en el marco del Carnaval Internacional de Mazatlán 2016,  cobijó la celebración del 150 aniversario del  natalicio del Doctor Martiniano Carvajal, uno de los pioneros y creadores de las fiestas carnestolendas  en esta ciudad.  
 
En pleno corazón de Olas Altas,  y en presencia de miles de asistentes fue reconocido el maestro Jorge Márquez por  20 años de producir  el espectáculo pirotécnico que ilumina el cielo mazatleco el sábado de Carnaval durante el tradicional Combate Naval.
 
Más de una docena de barcos situados en mar abierto se sumaron al espectáculo que este año ofreció un atractivo diferente: los disparos de luces multicolores lanzados desde una barcaza con un arco de grandes dimensiones ubicada mar adentro, la cual   simbolizó a la Cordeliere, una corveta de 22 cañones que atacó el puerto de Mazatlán en varias ocasiones durante la segunda mitad del siglo 19.
 
A su vez, desde puntos estratégicos en la playa, personal del Instituto de Cultura de Mazatlán soltó una primera ráfaga de bengalas doradas como recuerdo de aquellos valerosos hombres dirigidos por el coronel Gaspar Sánchez Ochoa que a cañonazos defendieron el puerto.
 
El público pudo observar por casi media hora, un intercambio constante de cuetes con forma de anillos de saturno, tronadores, chifladores, y estelas que ascendían hacía la cúspide y se rompían en muchísimos pedazos de colores.
 
La sorpresa de la velada la dieron tres plataformas puestas en lo alto que emanaban espirales de chispas y otros cohetes que explotaban en el cielo, pero, a diferencia de los demás, éstas continuaban con vida varios segundos en forma de luciérnagas.
 
Como plato principal, una serie de cohetes que explotaban a nivel del mar y una intensa ráfaga de disparos intercambiados, hicieron olvidar a los espectadores por varios minutos que era de noche.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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