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Previo al concierto, el maestro Campbell presentó a sus cuatro percusionistas: Fernando Correa, Edmundo Langner, Alejandro López y Santiago Mora y dio al público una pequeña descripción sobre las congas, timbales, vibráfonos, tambores, panderetas y demás instrumentos que usarían los artistas.Piece for percussion de Mitchell Peters fue la primera interpretación del espectáculo, pieza que encantó al público por ser una rica mezcolanza de notas graves, con tres tambores, y vibrantes sonidos agudos emitidos por un triángulo metálico.
Al finalizar, el maestro Campbell explicó que en las percusiones existen los instrumentos membranos y los afinados. Un ejemplo de éstos últimos son las marimbas y el vibráfono, instrumentos con los cuales el cuarteto interpretó piezas como “Little  fugue in C minor” de Johann Sebastian Bach y “Fire” de Pete O ´Gorman.
Los artistas se sentaron en cuatro sillas de frente al público y a base de palmadas, pisotones, cachetadas, golpes al aire y chasquidos de dedos interpretaron “The Chair – men of the bored” de Pinto, lúdica y peculiar pieza que arrancó muchas risas del público.
Después de un intermedio de quince minutos, el segundo acto se destacó por la participación y debut profesional de Roberto Carlos Juárez Valenzuela, un joven percusionista que actualmente tiene 12 años, es alumno de Fernando Correa y ha hecho de las percusiones su más profunda pasión desde los cinco años.
El joven interpretó a la altura y calidad de su maestro, además, estuvo acompañado por otros miembros de la OSSLA en la pieza “Jovial Jasper” de Green/Becker, y al finalizar, fue  ovacionado de pie por su ejecución individual del “Primer movimiento del Concierto en la menor” de Antonio Vivaldi.
Durante hora y media, el cuarteto demostró su versatilidad: intercambio constante de instrumentos, formas de interpretar las piezas, estilos, técnicas.
Y como cereza del pastel, el cuarteto interpretó “Stinkin Garbage” de Argenziano, pieza que nació a partir del interés que tenían los habitantes de los barrios pobres en Nueva York por tocar botes de basura como si fueran tambores. El público explotó en aplausos y a los artistas les fue entregado un arreglo floral como agradecimiento.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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