Volver arriba

A las 18:10 horas, Richard Paz comentó que la dinámica no se trataría sobre una clase de baile común, sino que sería un encuentro informal llamado Jam de dance Ability en el cual los participantes aprenderían a desenvolverse física y espiritualmente con el lenguaje de la danza. 
Al finalizar, el maestro Paz pidió al público que los interesados en incursionar en la Danza Inclusiva pasaran al escenario. Ocho fueron los voluntarios en vivir esta experiencia y formaron una media luna en la duela de madera.
 
Antes de iniciar, Richard Paz pidió a cada uno de los asistentes una presentación y que comentara si cuenta con una discapacidad; por su parte, él hizo lo mismo y agregó que vive con sordera, detalle que le ayuda a entender de una forma más profunda a las personas que asisten a sus reuniones.
 
Durante el calentamiento, los participantes se situaron en diversas partes de la duela, cerraron los ojos y se dejaron llevar por una serie de instrucciones que consistían en lograr un acercamiento sensitivo y espiritual del cuerpo con las emociones y su entorno físico.
 
Al término, notoriamente más relajados y desinhibidos, los participantes se dejaron llevar por la música suave y a través de la danza improvisada encontraron un ritmo de baile que les ayudó como terapia antiestrés y a crear un espacio para poder liberarse de ataduras frente a sus seres queridos y su amigos.
 
 
 
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

Lo destacado