Alumna de la Escuela de Ballet Clásico del Instituto de Cultura de Mazatlán y de la academia Zoila Danza que dirige la maestra Zoila Fernández, su triunfo tiene doble mérito pues durante años la EMBC no compitió en esta categoría y porque Alejandra tiene poco tiempo estudiando ballet. “Comencé a estudiar ballet desde los 10 años, pero antes practiqué flamenco. El cambio fue muy brusco pues era dejar de pegarle con fuerza al piso y hacer movimientos más delicados, por eso decidí estudiar a la par gimnasia rítmica para adaptarme más rápido”.
No es la primera vez que la disciplinada bailarina porteña visita la isla caribeña. En el 2016 asistió como alumna invitada a clases magistrales en la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso y al percatarse del gran nivel en las competencias y en las aulas, decidió que trabajaría duro para día regresar y competir al tú por tú con las demás bailarinas.
A inicios del presente año fue una de las seleccionadas para competir en el Encuentro Internacional de Academias 2017 y comenzó a ensayar de una a dos horas diarias una pieza montada por la maestra Zoila Fernández a partir de una canción de la película “Amelie”.
El día de la competencia tuvo que esperar impaciente tres horas para salir al escenario. Todo iba bien pero en el paso final trastabilló y pensó que ahí quedaría su sueño de avanzar en la competencia.
“Cuando terminé de bailar di un paso en falso. Estaba muy enojada. Recuerdo que regresé al departamento en el que me hospedada y me quedé dormida por el cansancio y el enojo. Entonces mi mamá me despertó. Yo no entendía pero escuché clarito que me dijo ‘pasaste a la segunda ronda’ y me levanté con una sensación muy bonita, pero la verdad me dio mucho miedo la posibilidad de quedar eliminada”.
Al día siguiente quedaban 27 de las 50 niñas de su categoría. Alejandra ejecutó la misma variación y un día después se llevó la enorme sorpresa de haber sido condecorada con una mención de honor por su destacada participación en la competencia.
La emoción que compartió con sus padres fue indescriptible, pero las buenas noticias no cesaron: Alejandra Velázquez Carranza también fue invitada para estudiar un año completo en la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso, oportunidad que confiesa planea aceptar dentro de un par de años cuando esté por iniciar la preparatoria.