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El joven Parra tejió con destreza un agudo análisis que entre la sociología, el periodismo y la literatura dio una bosquejo general de “Lady Metralla”: exploración de la feminidad y la vulnerabilidad social del sinaloense; un relato, directo e indirecto del narcotráfico, un tema duro y agresivo sin sangre o violencia gratuita, todo esto ejemplificado a través de pasajes puntuales de la novela para mostrar el agudo y elegante estilo que el autor ejercitó en ésta.Judith Fernández, fiel a su desparpajo y naturalidad habló sobre “Carolina”, personaje principal de “Lady metralla” y utilizó sus propias experiencias de vida junto a hombres y mujeres que han pertenecido al mundo del narco para hablar con sencillez e inteligencia de un universo complejo y asfixiante en el que el poder, la violencia y la necesidad de sobrevivir forman y deforman a los hombres y mujeres que lo habitan.
Juan José Rodríguez agradeció las palabras de sus amigos y enfatizó que su única intención era diseñar un retrato sincero, real y firme sobre nuestro tiempo; abandonar un tono crítico o moralizante y exponer las dos caras de la moneda: personajes que quieren y no pueden salir del denso universo del narcotráfico; y una sociedad que los rechaza pues ha perdido toda confianza en su humanidad.
Con humor e ingenio, el autor recalcó que sus personajes crecen, cambian, se modifican a lo largo de la trama y que en su novela, un entretenido y vibrante testimonio sobre lo que es vivir a principios del Siglo 21 en Sinaloa, se puede ver que el narcotráfico es sólo una parte de la compleja trama social que habitamos a diario.
“Como sociedad estamos creciendo a golpes: el terremoto, la narcoviolencia… a veces hace falta una pesadilla para reconocer que estamos en un sueño”, sentenció el escritor para después pasar a la firma de autógrafos del libro.
Lady Metralla está a la venta en las librerías del puerto.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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