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En forma de monólogo o actuación grupal, los alumnos del  taller y nivel técnico, bajo la guía del maestro Ramón Gómez Polo, expusieron las técnicas actorales aprendidas en la Escuela de Teatro de Cultura para provocar abundantes risas entre el público. 
Emocionados y un poco nerviosos por la oportunidad de presentarse en escena ante un público totalmente desconocido, los actores dieron vida a una porrista sin talento, una familia atacada por el fenómeno del teléfono descompuesto, una turista “chilanga” que se adapta al nuevo ambiente de la cultura sinaloense, una princesa rebelde que elije cambiar el rumbo de su historia, una pandillera que narra sus aventuras con “el carotas” y las ocurrencias de un par de ladrones que secuestran un perro raza gran danés y lo adoptan  como  mascota.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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