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El espectáculo inició en el segundo piso de la antigua casona. Los bailarines Xitlali Piña, Sofía Quiroz, Anna Karen González y Johnny Millán hicieron de “Doña pesadilla”, un espacio en el que un poco de alcohol libera una voz en la mente de la protagonista que le hace cuestionarse sobre su propia existencia.Impregnada de morbidez, esta primera coreografía de la noche despertó emociones inquietantes en el público, al ver como “Xitlali” es acosada por aquella distorsión de la realidad que los vicios y su trastorno esquizofrénico le provocaron.
Al término de la pieza, los asistentes, bailarines y staff del evento bajaron a la primera planta de Casa Haas para ver como la coreografía “Pánico” de José ángel Rochín y Johnny Millán evocó una metáfora corporal sobre las fases de una relación entre dos personas: la emoción del encuentro, la tensión y la histeria del confrontamiento, la inquietud de la separación y la ternura del reencuentro.
Inspiradas en un poema de Berta García Faet, las bailarinas Sofía García y Anna Karen González, interactuaron entre ellas y el público en “Balada 99”, coreografía que transmite el patetismo de una persona que trata de reparar viejos conflictos emocionales con personas ajenas al problema.
Al término de las tres obras, los artistas agradecieron al Instituto de Cultura de Mazatlán el apoyo brindado y fueron aplaudidos por su público.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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