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El Parque Martiniano Carvajal se llenó de jóvenes amantes de estas disciplinas que ataviados con ropas deportivas, luciendo paliacates o extravagantes dreadlocks y orgullosos de sus tatuajes se concentraron sobre un pequeño escenario que asemejaba a un tablero de ajedrez de cuadros blancos y morados.Al centro, espectaculares giros con las piernas que recuerdan a un helicóptero humano; burlas, muecas y gestos desafiantes entre los competidores, piruetas y contorciones que desafían la físicas y complejos movimientos de pies, manos, torsos, cabezas que hacen pensar en cuerpos de hule capaces de estirarse y rebotar de golpe contra el suelo.
Si las arengas y gritos de apoyo más intensos venían de los amigos y compañeros de equipo, el público no se quedaba atrás: bañistas que habían dejado la Playa Norte atraídos por el griterío, vendedores de cocadas y manzanas caramelizadas que tomaron un descanso y se fundieron con la multitud; familias mazatlecas que reían o aplaudían boquiabiertos ante la creatividad y riesgo de estos atletas-artistas.
Arengados por las pistas que DJ Burrito y DJ Akira tiraron para inspirarlos, y con la conducción de MC Moek que animó al público y a los propios participantes a involucrarse más y más en esta gran fiesta del baile urbano, los competidores de las siete categorías brindaron un auténtico espectáculo que refrendó que las danzas urbanas (popping, break dance, wacking, house, etc.), comienzan a ganarse un lugar en el gusto de los mazatlecos.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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