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La mañana de este viernes el Teatro Ángela Peralta se convirtió en la sede de la inauguración del Foro “Empoderamiento de la Mujer Rural” que tuvo como centro la participación de la doctora Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz 1992.

El evento organizado por la Asociación Mexicana de Juzgadoras, A.C y el Tribunal Unitario Agrario Distrito 39, con la colaboración de Gobierno del Estado de Sinaloa y el Ayuntamiento de Mazatlán, arrancó con la proyección de un video alusivo a la historia del Teatro Ángela Peralta y con un colorido espectáculo dancístico y musical de parte de los alumnos de la Escuela Municipal de Ballet Clásico del Instituto de Cultura de Mazatlán, Turismo y Arte, bajo la dirección del maestro Guillermo Carrillo.

Posteriormente, se pasó a la inauguración formal del Foro con la participación de distinguidas personalidades entre quienes se encontraba el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, quien ofreció unas palabras que esbozaron la enorme dimensión humana de Rigoberta Menchú, y como acto simbólico de respeto y admiración del pueblo mazatleco a su incansable lucha social, le entregó las Llaves de la Ciudad.

Ante un teatro lleno y vivamente emocionado, la doctora Menchú habló con sencillez y sabiduría sobre la naturaleza sagrada de la vida, el enorme poder que reside en cada ser humano y la necesidad de soñar siempre con una vida fuertemente apegada a la realidad.

Asimismo, reconoció el valor de la Asociación Mexicana de Juzgadoras, A.C, que desde su trinchera busca establecer la igual de oportunidades entre hombres y mujeres, y destacó la necesidad de siempre buscar el respeto mutuo.

“La mujer es poderosa, ya está empoderada. Ahora lo que hace falta es encausar ese poder de forma correcta (…) Yo quiero felicitar en particular a las mujeres mexicanas por haber logrado ya la paridad, ahora se trata de saber conservarla.”

Con sentido del humor y, por momentos, con lágrimas en sus ojos al recordar algunos de los momentos más duros que han marcado su vida, Rigoberta Menchú destacó la necesidad de vivir con una actitud positiva, propositiva y de aprendizaje hacia la propia escuela de la vida.

“Sean felices. Los mayas enseñan que se puede tener una buena vida con una casa, una familia, un trabajo. Pero que hace falta más para vivir plenamente, eso depende del sentir y la integridad del sentir, de lo que queremos proyectar.”

Al final, entre los aplausos del público, Rigoberta Menchú evocó a Ángela Peralta en el Día de su Aniversario Luctuoso y junto a su hermana, Ana Menchú, pudo apreciar un video en el que, al ritmo del “Corrido de Mazatlán”, se muestran las bondades y bellezas de estas tierra, que, desde ahora, forma parte del inmenso corazón de esta guerra de la paz.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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