La comunidad artística de Mazatlán se unió en un gesto de solidaridad y apoyo a su compañero Rigoberto del Valle, demostrando que el arte puede ser un poderoso instrumento de amor y ayuda. En Casa Haas, donde han compartido su talento y pasión durante años, amigos y colegas se reunieron para ofrecer “De Luz y de Sombra” un espectáculo especial en su beneficio.
La noche reunió a artistas de diversas disciplinas, desde música, teatro y danza. Cada uno compartió su arte con el fin de recaudar fondos para ayudar a Rigoberto.
La noche estuvo llena de emoción y energía, con actuaciones memorables. El público disfrutó de bellas melodías con grandes interpretaciones vocales y musicales, además de estupendas piezas de danza contemporánea, que fueron del gusto de cada asistente a este recinto que albergó una obra a beneficencia.
La función se abrió con la participación del actor Ramón Gómez Polo, quien con estilo cómico dijo el currículum profesional de Rigoberto Valle, actor, docente, técnico de audio, electricista y tramoyista, entre otras profesiones, destacando la calidad humana que lo caracteriza desde siempre.
En la parte artística destacó la participación de las solistas María Murillo y la soprano Marysol Calles, cantantes que interpretaron piezas de boleros, trova y baladas, temas que hablaban del amor, de amistad como “Mi amor por ti”, “Cómo antes”, “Divina Ilusión”, “No me puedo quejar”, entre otras canciones de origen americano y europeo, ambas estuvieron acompañadas en el piano por el Maestro Sergio Castellanos, y como parte de las sorpresas de la noche en algunas melodías participó el violinista Raúl Galindo.
El dueto conformado por Iván Silva y Naima Toledo interpretó “Término Medio”, una pieza dancística creada por ambos con música de Jan Jelinek y Lucy Klock.
Agustín Martínez deleitó a los asistentes al bailar “Capricho con la cabeza en las manos”, obra del coreógrafo Michael Foley, con bella música de Fréderic Chopin.
El grupo Canto Altano, integrado por la cantante Cecilia Mendívil y los hermanos Farfán, el percusionista Publio y el guitarrista Remy, interpretó melodías latinas como “Cantares”, “Carnavaleando”, “Gracias a la vida” y “Todo cambia”, cerrando este bello programa en pro del amigo que todos tienen en común.
La recaudación del evento será utilizada para ayudar a Rigoberto. La comunidad artística de Mazatlán sigue unida en su apoyo y solidaridad.