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El concierto de la identidad sinaloense, del orgullo mazatleco, el concierto de una ciudad que canta y se decanta en la voz de sus artistas y en los instrumentos de su orquesta “Cuatro sinaloenses de cuidado” puso de pie en varias ocasiones al público que abarrotó el Teatro Ángela Peralta.

El tenor Carlos Osuna, el barítono José Adán Pérez – ambos mazatlecos- el tenor José Manuel Chú (Navolato), el pianista Joel Juan Qui (Culiacán), y la Camerata Mazatlán dirigida por el maestro Percival Álvarez, ofrecieron el sábado por la noche un concierto histórico en la clausura de la Temporada Primavera 2018.

Convocada por el Instituto el Cultura de Mazatlán, la Temporada Primavera llegó a su fin luego de cinco meses de espectáculos en el Teatro Ángela Peralta,  galerías, plazuelas y 14 colonias populares. Participaron 1 mil 883 artistas de México, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Colombia, España, Ecuador, República Checa y Costa Rica.

Fue el Director General  del Instituto de Cultura y productor del concierto, Raúl Rico González, quien despidió el festival de verano con un agradecimiento especial a los artistas y al público que atiborró el teatro tras viajar incluso desde otros puntos de la geografía mexicana para admirar a sus artistas y verlos triunfar, como lo hacen en la escena nacional e internacional.

La soberbia actuación de los intérpretes sinaloenses incluyó  música mexicana de corte clásico, éxitos de Broadway y ópera para no dejar con las ganas a quienes admiran a Carlos Osuna, José Adán Pérez y José Manuel Chú por sus dotes interpretativas, su extensión vocal, y ese carisma que ha sido fundamental para incrementar las  audiencias cada que pisan el escenario.

Besos robados, en la voz de Carlos Osuna; Dime que sí, interpretada por José Adán Pérez y Te quiero dijiste, a cargo de José Manuel Chú  antecedida por “The dream of Olwen” al piano con el maestro Joel Juan Qui, dieron la bienvenida a la velada y provocaron que muchos contuvieran el aire al dejarse invadir por esos sentimientos profundos que logran transmitir los compositores  cuando sus obras quedan en manos de artistas de primera.

Del suspiro, el espectáculo pasó al ritmo cadencioso de Perfume de Gardenias popularizado por la Sonora Santanera, esta vez, en la voz y el piano de los “Cuatro sinaloenses de cuidado”,  un cuarteto que cautivó al respetable con Piel Canela.

Joel Juan Qui fue el protagonista del romanticismo al interpretar a piano conocidas piezas de Agustín Lara, actuación que fue disfrutada por cientos de espectadores que llenaron los tres niveles del recinto cultural.

Entre el romanticismo de las canciones, la portentosa voz de los cantantes; el ingenio desbordado de Carlos Osuna, la elocuencia de Adán Pérez,  el magnetismo de José Manuel Chú y las anécdotas sobre la génesis del concierto concebido en una reunión de amigos “casi hermanos”, el programa avanzó durante dos horas, salpicado por el intermitente ¡Bravo…Bravo! del público y un excelente acompañamiento musical de la Camerata Mazatlán que se cubrió de gloria al tocar la Suite de Bernstein, en uno de los momentos más luminosos de la noche para los miembros de la orquesta y su director Percival Álvarez.

Esta noche histórica en la que un torrencial aguacero provocó la breve interrupción de la luz,  la ópera no podía estar ausente.  El tenor Carlos Osuna regaló uno de los momentos más refulgentes de la velada al interpretar  Dein ist mein Ganzes Herz, canción emblemática de Alemania, que dio fama al compositor  Franz Lehár.

José Adán Pérez eligió  Largo al factótum, su llave de acceso para convencer a su tutor Plácido Domingo, de sus méritos para destacar en la ópera.  Con gracia y un equilibrado uso de la voz el barítono convenció con la retahíla de palabras del  divertido Barbero de Sevilla de Rossini.

José Manuel Chú  conquistó al interpretar  Le lucevan le Stelle, de la Ópera Tosca, una sublime evocación del amor apasionado.

El programa cerró con éxitos de Broadway como “María” del musical West Side Story en la voz de Carlos Osuna; “Impossible dream”,   una invitación a luchar por los sueños y vencer el miedo y una de las canciones más famosas de El hombre de la Mancha interpretada por Chú; “New York, New York” a cargo de  Adán Pérez con el inesperado y divertido acompañamiento coreográfico de Carlos y José Manuel.

En la recta final, luego de agotar el repertorio los “Cuatro sinaloenses de cuidado” agradecieron la presencia del empresario Juan Manuel Kuroda, presente en la sala, por apoyar sus carreras y regalaron como encore “Core Ingrato” de Salvatore Cardillo; “A mi manera”, “Júrame” y “Granada”,  cantada por los tres intérpretes juntos por primera vez en Mazatlán.

Cuando el concierto llegó a su fin Raúl Rico González subió al escenario para clausurar la Temporada Primavera. Agradeció al público y destacó que durante el festival  más de 5 mil niños tuvieron la oportunidad de asistir gratis a espectáculos en el Teatro;  la Camerata Mazatlán interpretó desde Beethoven hasta la música del Siglo XXI y en general destacó el espléndido trabajo de las compañías de la Escuela de Artes de Cultura y reconoció el alto nivel del concierto de clausura.

Como agradecimiento por sus brillantes  trayectorias el Instituto de Cultura de Mazatlán a través de la Directora Artística, Abril Márquez, entregó un recuerdo a manera de reconocimiento a los Cuatro sinaloenses de cuidado.

Enseguida, entre el grito repetido de ¡No te vayas Raúl!, el director de Cultura fue invitado por los cantantes a quedarse en el escenario pues le dedicaron “Te quiero dijiste”,  canción de María Grever que conmovió hasta la lágrima.  Los aplausos y la ovación del público de pie,  selló este concierto histórico en el que cuatro grandes del escenario agradecieron a Raúl Rico González,  porque siempre los ha apoyado.