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Esta obra fue escenificada este sábado por la noche en Casa Haas; con las alumnas del segundo año del Taller de Teatro del Centro Municipal de Artes, con las actuaciones de Rocío Tisnado, Mariela Mexia y Javier Díaz. Esta obra que sugiere un ataque a las mujeres, es también un juego de apariencias y teatro dentro del teatro. Las confusiones acerca de la actriz Ana, de esa otra Ana que es la esposa de Ricardo Freire (el protagonista) y de la doméstica sordomuda dan pie a todo tipo de suposiciones dentro del cruel juego del gato y el ratón en que se complace Ricardo con la mujeres a sus órdenes. Ricardo Freire es un dramaturgo frustrado, quien atormenta a las mujeres con quien convive a su sirviente sordomuda y a la Ana a quien contrata. En la doméstica se aprecia una pasión por el amo que la repudia por no parecerse a la esposa, quizás enferma, quizás ya ausente, tras un abandono al marido que se venga de ella a través de otras a las que viste igual que ella. La actriz que es contratada, transita de la sumisión a la arrogancia hasta su final y es el personaje más identificable de todos. La violencia física y la violencia sicológica están presentes en toda la obra; por parte de Ricardo hacía las dos mujeres con las que interactúa. La relación sado-masoquista entre Ricardo y las mujeres que lo rodean es la temática presente en esta obra de Olguín, la que con crudeza muestra cómo pueden llegar hasta la muerte este tipo de relaciones enfermizas. Un teatro de suspenso, con bastante dosis de violencia encontró el espectador en esta obra montada por los alumnos del Taller de Teatro del Centro Municipal de Artes, y se trató de realizar una clase abierta con este ejercicio teatral. Cabe mencionar que la obra en cuestión fue estrenada en 1984.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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