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La Casa Haas fue el escenario de este humorístico encuentro, donde actuaron con mímica únicamente, representando diferentes etapas de la vida del hombre. También hicieron participar al público con sus chuscas ocurrencias.Este un trabajo nuevo señala Baumann, el cual fue armado gracias a la visita que tuvieron en Ecuador de un clown argentino Víctor Stivelman, quien trabajo dos meses con los dos protagonistas de Clown Tempo.
Con una trayectoria de 35 años dentro de la actuación, esta es la primera ocasión en que Cristoph Baumann realiza un trabajo de esta naturaleza, ya anteriormente habia hecho trabajos cómicos y dramáticos, pero de no clown.
Manifiesta que esto es más relajado,es como entrar a otra dimensión, apunta, es como encontrarse con otras reglas, leyes, como más infantil, es “como tener el cerebro como un alberca”, señaló el artista de origen alemán.
Indicó que el personaje que interpretó en Clown Tempo es como un tonto, pero a la vez ingenuo y sobre todo con matices de comicidad innata.
Baumann ya ha trabajado anteriormente con Eduardo “El Mosquito” Mosquera, realizaron un programa de televisión en Ecuador de 1996 a 1999; luego con otro miembro conformaron el grupo Laboratorio Cómico; pero hacia seis años que no trabajaba con Baumann, hasta que se dio esta oportunidad.
Ambos personajes se adaptaron muy bien en el escenario y se comunicaron siempre con la intención hacer reír al público, su actuación fue chispeante y recordaba a las rutinas de los grandes mimos.
Con Eduardo, Baumann ha compartido experiencas teatrales y otros trabajos de actuación, por ello El Mosquito se alegra de trabajar con Cristoph al cual conoció en 1983 cuando el segundo impartió un taller, su relación de trabajo ha sido buena porque se comprenden bien y trabajan en equipo.
Finalmente Eduardo señaló que el teatro es como un partido de futbol, donde todos aportan para la vistoria, así es el montaje de teatro cuyo objetivo es divertir al espectador.  
 
 
 
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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