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Relevante en el repertorio operístico, La Boheme  convocó a un  amplio auditorio y fue notoria la presencia de espectadores norteamericanos y canadienses,  quienes aplaudieron el gran clásico de  Giacomo Puccini,  obra cantada en italiano con subtítulos en inglés y español.Enrique Patrón de Rueda,  experto en el mundo de la ópera,   presentó una selección de voces entrenadas en la escuela de perfeccionamiento operístico que  con  apoyo de las instituciones culturales y Amigos de la Ópera y la Música,  ha logrado encauzar en el Centro Municipal de Artes de Mazatlán.
Pese a su juventud,  los intérpretes líricos demostraron su alta preparación técnica y escénica  para asumir roles con el nivel profesional de artistas internacionales.
La obra resulta exuberante visualmente  pues  el diseño de iluminación a cargo de Antonio Serranos, proporciona brillos a la vida bohemia, mientras  la escenografía de Jorge González Neri,  aporta elementos que hacen creíble el desarrollo de la historia que retrata el frío del invierno con los copos de nieve,  la llegada de la primavera y los lugares que habitan los hijos del desamparo.
La historia de Puccini  retrata la vida de los artistas pobres del Barrio Latino de París en 1830, aunque la producción del Instituto de Cultura de Mazatlán,  se trasladó hasta la segunda mitad del siglo XX, para insertarla dentro de la corriente filosófica del existencialismo,  pues aborda temas atemporales inherentes a la condición humana  como el amor,  la libertad, la vocación por las artes,  el dolor,  la enfermedad, la pobreza  de los protagonistas y su postura estoica  ante la vida.
En esta historia romántica y dramática  los personajes centrales  Rodolfo y Mimí, son interpretados por el Tenor Andrés Carrillo y la Soprano, Patricia Pérez. Ambos se ganaron  el reconocimiento del respetable durante su actuación en la primera –de dos funciones-   realizada el viernes por la noche.
Ubicado entre los grandes espectáculos del Festival Cultural Mazatlán 2012,  este título contó con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes y la dirección musical de  Enrique Patrón de Rueda, reconocido por su acendrada maestría musical que lo ha llevado a ocupar un sitio destacado dentro de la ópera internacional.
Los  amores de dos parejas de bohemios (Rodolfo y Mimí, Marcelo y Musetta) y la posición ante la vida, de sus amigos artistas, revela los contrastes de los  polos que  dividen a la sociedad: la opulencia y la pobreza.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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