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El experimentado director Ramón Gómez Polo se interesó en esta obra cuando Alfredo Vergara, actor, director y maestro de teatro del Centro Municipal de Arte, la puso en sus manos.Al leer el libreto, Gómez Polo tuvo que elegir entre actuar o dirigir; optó por lo segundo.
El reto vino cuando se enfrentó al tiempo para montar la obra que quedó lista y con sello de calidad después de mes y medio de lecturas y ensayos.
Alaska se presentó el jueves en el Teatro Ángela Peralta, minutos después de que el Director General del Instituto Municipal de Cultura, Raúl Rico González,  pronunció un alentador discurso de reconocimiento al trabajo escénico desarrollado por actores independientes y compañías mazatlecos, de unos años a la fecha.
Escrita por Gibrán Portela –ganador del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo-  la reciente puesta en escena se colocó como una interesante opción del buen teatro hecho en casa pero con calidad de exportación.
El título remite a un lugar congelado que guarda un pasado tormentoso para Miguel  interpretado por Ernesto Peart,  quien además de sus cualidades histriónicas, es bailarín profesional y un  experimentado intérprete del teatro musical,  fortalezas que le ayudan a interpretar con sutiliza y paradójica contundencia, su personaje.
Y es que Miguel, cuya  historia personal es poco clara, es un personaje con alto grado de neurosis, un tipo con mucho miedo a amar, anclado a un pasado que no puede, ni quiere encarar, porque la realidad es terrible  y lo convierte en un hombre abusado sexualmente por su amigo de toda la vida.
Con sutileza el actor se planta en el escenario y cambia el tono de voz sin llegar a los gritos, se entrega y se refugia en el obsesivo trabajo físico (al mover  constantemente las cajas de un lugar a otro) para sortear sus crisis de ansiedad ante los duros cuestionamientos y los gritos iracundos de su amigo Jimmy, de quien intenta alejarse sin éxito porque Jimmy está enamorado de él.
En esta pieza Martina,  es una mujer que en la búsqueda de compañía inventa un pretexto para acercarse a Miguel y  lo convence  para que éste le venda una caja donde supuestamente guarda un secreto. El trato los conduce a intentar el inicio de una relación amorosa que al final no  llega a puerto seguro.
Con la interpretación de Martina, la mazatleca Silvia

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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