El programa comenzó con la obertura “Morning” (1985), un fragmento de la Suite Peer Gynt No. 1 de Edvard Grieg; fue un preámbulo maravillosamente alegre y corto para lo que a continuación seguía.Luego, el concierto avanzó con el pie derecho con la actuación de la soprano mazatleca Penélope Luna, quien al interpretar el Concierto para Soprano Coloratura y Orquesta en Fa menor, Op. 82 de Reinhold Móritsevich Gliére (1875-1956), mostró una voz sólida y mostro buena capacidad para alcanzar las distintas alturas de su tesitura.
La característica de esta monumental obra es que la soprano no canta ningún texto, sino que acompaña a la orquesta con su voz. Es una pieza difícil de interpretar pero Penélope supo llevar su voz a la cúspide, no como cantante sino como músico instrumentista.
La celebración se realizó en el Teatro Ángela Peralta y entre los asistentes se encontraba el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras y el Alcalde en funciones, Carlos Francisco Angulo Márquez.
Durante la velada musical la intérprete mostró su madurez como artista al administrar su voz con sabiduría, de lo contrario al final de la obra hubiera quedado afónica porque el registro de cada nota es muy extremo, pero ella vocalmente parecía estar es uno de sus mejores momentos.
En su ciudad natal, Penélope Luna se mostró como una cantante de altos vuelos, se le vio relajada a pesar de estar ante uno de los retos más estresantes e importantes de su corta pero brillante carrera artística.
Con el maestro Enrique Patrón de Rueda junto a ella, dirigiendo la orquesta, la soprano demostró que vocalmente está preparada para interpretar una obra colosal como la de Gliére, cuya interpretación le fue sugerida hace algunos ayeres por el maestro Patrón.
Desde su aparición en la duela, la cantante mostró capacidad vocal e interpretativa al enfrentar un repertorio complicado porque la música de Gliére es muy precisa, aun así, soltó la voz y sin descuidar los sonidos de cada instrumento de la orquesta, obsequió al respetable una actuación digna de ser recordada.
Penélope Luna cantó y estuvo atenta a todo, consciente de que si se le iba una nota,