El pas de deux Diana y Acteón y Don Quijote fueron las interpretaciones más gozosas de la noche.El programa inició con Azúcar del Cascanueces a cargo de Ana Elisa Mena y Erick Rodríguez; en la segunda coreografía la magia del ballet trasladó al mundo de los dioses mitológicos romanos a través de Diana y Acteón, un pas de deux con música de Riccardo Drigo, coreografiado por Agrippina Vaganova e interpretado por Bárbara Treviño y Roberto Rodríguez.
Según la mitología romana, Diana —habitualmente representada como cazadora, con arco y flecha–— fue sorprendida por el pastor Acteón cuando se bañaba desnuda. Enojada, le disparó una flecha que lo hirió gravemente, y se convirtió en un ciervo que fue devorado por los perros de Diana.
Esta recreación fue una de las más disfrutadas por el público pues los intérpretes brillan en el escenario con grandes desplazamientos aéreos —sobre todo Acteón—, quien sorprende con su gran técnica y precisión en sus movimientos que simulan a un cazador que esquiva las flechas lanzadas por Diana.
Bárbara Treviño como buena cazadora asume su rol con gran musicalidad y profesionalismo en su baile elegante y preciso, exhibe gran naturalidad en sus piruetas y en la ejecución de grandes extensiones con sus piernas en la parte final, que da un cierre de oro a su actuación.
El Oriente Medio también estuvo presente en el programa con el pas de deux del ballet El corsario (coreografía de Marius Petipa y música de Piotr I. Tchaikovsky.
Elisa Ramos y Javier Cacheiro se lucen con sus variaciones en este “poema” de Lord Byron sobre corsarios, piratas y esclavas; ella luce con varios giros intercalados con arabesques y él con una serie de saltos y giros veloces en el aire que logra terminar casi al mismo tiempo que la música.
El pas de deux El pájaro azul del ballet La bella durmiente, (adaptación de Jorge Cano sobre la coreografía original de Marius Petipa y música de TChaicovsky, con la bailarina Michele Cutri y Benjamín Poirier, es interpretado con brillantez, limpieza y virtuosismo.
Casi en la parte final la Compañía Nacional de Danza bajo la dirección de Laura More