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Bajo esta premisa,  el artista capitalino construye historias que transitan por la magia de los sueños para asombrar al público durante la ceremonia de los Juegos Florales y  la coronación de la Reina.Cuando el maestro Lecona fue llamado para colaborar por primera vez en la creación del Carnaval Internacional de Mazatlán, seguramente jamás imaginó que su visión y talento se fundiría con el calor y la algarabía de un pueblo en una celebración que él afirma, se multiplica de la mano del máximo vehículo de la expresión humana, el arte.
Litoralia: la piel del mar, se extiende. Cubre cada rincón del planeta. Mezcla, en sus colores profundos, las muchas caras que posee el espíritu humano que en Mazatlán cantará bajo un mismo ritmo, una voz que es alegría, color, generosidad, picardía, el Carnaval.
Quien fuera director de la Compañía Nacional de Danza y coordinador nacional de danza en el Instituto Nacional de Bellas Artes, sabe a la perfección lo que en Mazatlán significan el confeti, la serpentina, la bulla, el petardo, la cerveza, los carros alegóricos salpicados por la brisa fuerte de febrero.
“Tengo un cariño por este lugar que se remonta a más de 30 años. El Carnaval siempre es una fiesta fantástica y tiene una característica muy especial: es un carnaval para su gente, es un carnaval para las familias, es un carnaval que permite que la fiesta y la alegría llegue a los corazones de los mazatlecos y de todos los visitantes, el carnaval de Mazatlán siempre ofrece algo distinto a otros carnavales del  País, tiene características propias, un arraigo dentro del corazón de los mazatlecos. Yo, cuando pienso en el carnaval siempre pienso en alegría,  pienso en unión, en esperanza, en que para Mazatlán el carnaval es la oportunidad de repensarse nuevamente cada año”.
Con un trabajo de meses sobre sus hombros, manos, corazón y mente, el maestro Lecona tiene una clara encomienda: superar, siempre al carnaval del año anterior, un estándar de calidad que, asegura, es parte de un determinante proyecto artístico que el día de hoy convierte a Mazatlán un modelo para el desarrollo de las artes en México, y como pruebas menciona Delfos Danza Contemporánea, al Centro Municipal de Artes y al excepcional trabajo del maestro Enrique Patrón de Rueda en el descubrimiento, capacitación, fogueo y proyección de cantantes de ópera.
“Recibimos la instrucción del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, su director,  el licenciado Raúl Rico,  siempre está buscando que ese límite al que llegamos el año anterior mejore para el año nuevo, entonces creo que este 2014 vamos a  superar lo 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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