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Hecha por La Intrusa a petición de Delfos, la pieza de alcances muy profundos es una metáfora acerca de la lucha que diariamente tienen que librar los seres humanos para salir adelante,  caer y levantarse una y otra vez hasta alcanzar sus metas en la vida.Resultado de una conexión maravillosa entre los integrantes de ambas compañías Sparring Sky, fue interpretada por los integrantes de Delfos en el Teatro Ángela Peralta.
El nombre de la  obra está asociada  al personaje que durante el entrenamiento recibe los golpes del boxeador, esa especie de escudo, que  ayuda a aguantar los golpes, ha levantarse de las caídas  y el que alienta para llegar a la meta;  el sky,  o  cielo  sería la metáfora de lo que todo mundo quiere alcanzar, ese  placer de ver la naturaleza y disfrutarla.
La pieza mantuvo en estado de alerta física  a los bailarines pero también ofrece momentos de gran sensibilidad y sutileza y con apoyo de un adecuado uso de la iluminación va creando diversas atmósferas y motiva a reflexionar  en torno a los obstáculos que se pone el ser humano para alcanzar sus metas, cuando la vida no es tan complicada.
Entre el público, estuvieron los Amigos de Delfos, quienes durante años han hecho aportaciones en dinero y en especie para que el trabajo de la compañía mazatleca  se expanda por el mundo.
A nombre de los Amigos de Delfos, el Director General del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, expresó su profundo agradecimiento a Delfos por haber contribuido a formar una sociedad distinta que a la vez le ha exigido a la compañía abordar temas con esa profundidad y seriedad que la caracterizan.
Raúl Rico González expresó que Mazatlán no sería lo que es, si no hubiera sido por Delfos,  una compañía de importantes valores artísticos cuyo trabajo no solo se puede apreciar en sus presentaciones en  los grandes teatros de México y del mundo.
Existe en Delfos esa parte generosa cuando ha visitado asilos, hospitales para niños con cáncer y en su trabajo en las colonias marginadas con la idea de establecer  un diálogo permanente con sus habitantes.
Todo esto, dijo Raúl Rico, no sería posible sin el apoyo de los Amigos de Delfos; el Instituto de Cultura ha hecho lo que está en sus manos, prestar el teatro, abrir la taquilla para sus funciones, pagar la plantilla de maestros de la Escuela Profesional de Danza, pero Delfos ha trascendido en su labor artística  gracias a la generosidad de quienes compran un b

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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