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¿Y si…? Fue el título del programa que agrupó 14 piezas en un bello repertorio  que giró en torno a las más intensas manifestaciones del amor.El nombre del concierto se inspira en la letra de la canción “Se” de E. Morricone, posiblemente el autor de bandas sonoras más influyente de la historia de la música cinematográfica.
Para ambos artistas fue la primera presentación en mancuerna musical aunque desde siempre han compartido la misma pasión por la música y el canto.  Maximiliano es miembro de la Camerata Mazatlán y comparte con Antonio González –fundador y director del Coro Ángela Peralta-  la práctica de la docencia  al impartir clases a los alumnos de la Escuela de Música y Canto del Instituto de Cultura. 
Durante el concierto celebrado en la Casa Haas, barítono y pianista interpretaron un repertorio lleno de canciones que hablan de la fuerza del amor y lo hicieron con tanta pasión que ambos lograron tocar las fibras sensibles de la respetable  audiencia reunida en la antigua casona.
Maximiliano Torres,  nacido en Mexicali,  empezó a estudiar el Contrabajo a los 19 años y nunca imaginó que con el tiempo llegaría a dominar un segundo instrumento, el más importante del ser humano: la voz.
Aunque se considera “uno de los pocos locos que deciden estudiar dos instrumentos a la vez”  ha logrado avanzar en ambas áreas musicales sometiéndose a  capacitaciones  bajo la guía de Alfredo Portilla y Armando de la Mora en Nueva York, entre otras destacadas figuras de la música y ha tomado cursos de verano  en Suiza, Estados Unidos y México.
Para este concierto Maximiliano se preparó intensamente durante dos semanas junto al maestro Antonio González.
Para demostrar sus conocimientos musicales el barítono ofreció una bella selección de piezas de compositores que marcan el romanticismo en diferentes  épocas y de todas salió bien librado incluso de las más complicadas musicalmente como Chanson a boire, una de las Tres Canciones de Don Quijote a Dulcinea de M. Ravel.
Maximiliano Torres mostró buena técnica y supo manejar con corrección la voz  para enfrentar el difícil reto vocal de interpretar arias de ópera como  Credo in un Dio crudel  de la ópera Otello y Eri tu, de la ópera Un ballo un maschera de Verdi,   piezas  muy lucidas para el barítono.
El intérprete cantó en inglés, francés, italiano  y e

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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