El pasado miércoles en punto de las 20:00 horas y teniendo como cómplices a compañeros de grupo, maestros, amigos y público que aprecia la danza contemporánea, inició la función con la obra “Ni crepúsculo, ni moral, ni nada”, inspirada en los grafitis de Banski, reconocido artista urbano de origen británico.Ernesto Levín, Alejandro Chávez, Citlallic Ávila, Emanuel Ponce, y Gustavo Mandujano, creadores e intérpretes de la obra, toman al azar los personajes de Banski, para hacer una fuerte crítica al consumismo capitalista. Como resultado el espectador ve un payaso, una mucama, un hombre disfrazado de Mickey mouse y un joven como parte de una familia atrapada por el contenido de la televisión y la radio. Los bailarines recurren a elementos de la representación teatral y apoyados con escasa utilería, como la tele, un viejo sillón y música de banda, cuestionan con sarcasmo las relaciones sociales y la moral de la sociedad.
La siguiente pieza “Más a” con idea original de Noemí Sánchez y Elisa Medina, fue interpretada por sus co-creadores Ilse Meza y Rodrigo de la Cruz. La pareja trata de reflejar la carga emocional y física que genera el compartir la vida en pareja.
En el escenario los bailarines avanzan, retroceden, uno empuja al otro para que al caer se vuelva a levantar y siga adelante, pero también se interpone en el camino para impedir que avance. La coreografía es acompañada con música en vivo interpretada por Jacob Peralta en el contrabajo y Jonathan Terrijos en las percusiones y el djembe; los alumnos de la Escuela de Música del Instituto de Cultura son asesorados por el maestro Jesús García.
La noche avanzó y mientras el público apenas se acomodaba en su asiento, después de haber brindado sus palmas a los artistas que habían pasado por el escenario, aparecieron los intérpretes de “Sigilosamente”.
Luisa Escobosa, Mariana Rodríguez, Andrés Bernal, Julio Rendón y Alejandro Santos, recrean una historia de familia en donde aun cuando entre todos se protegen y se ayudan entre sí, la falta de comunicación está presente, silencios y vacíos que se hacen más fuertes cuando un ser querido se va o se muere. La coreografía es de Martha Carrillo y fue interpretada con música de Max Richter.
“Hojas caen” creación e interpretación de Christian Jiménez, Francisco Herrejón y Rodrigo de la Cruz, es una pieza construida a partir de una recopilación de haikus japoneses hecha