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Ambos ofrecieron un recital de guitarra de fin de cursos con la asesoría del maestro Luis Frayde Sánchez.  Rodolfo es  alumno del taller de guitarra y Orlando concluye tres años de estudiar guitarra clásica en la Escuela de Música y Canto del Instituto de Cultura de Mazatlán.Inició el recital Javier del Valle, con  Estudio en Do mayor,  en Re Menor y en Re mayor, tres piezas  que a pesar de la incipiente formación musical del novel músico  le iban como anillo al dedo, pues  el pequeño dominó  la obras del  método de Julio S. Sagreras, con el cual incursiona en el arte guitarrístico.
Con breves recesos en los cuales era colmado de aplausos el guitarrista  interpretó Andantino de Mateo Carcassi y luego  deleitó  con  Greensleeves, un canción popular inglesa y  Dos guitarras,  canción popular rusa.  Reconocidas dentro del repertorio para guitarra tienen la particularidad de ser piezas cortas y no tan complicadas de interpretar para alguien que apenas se inicia en el estudio de la guitarra.
Al terminar su intervención musical Javier del Valle agradeció con una reverencia  y en respuesta sus familiares y amigos,  lo llenaron de aplausos.
Apareció entonces la espigada figura de Orlando Moreno Quintero,  quien con este recital prácticamente se despidió de la Escuela de Música del Instituto de Cultura de Mazatlán donde durante tres años  estudió guitarra clásica a nivel técnico.
Canción de cuna, del reconocido compositor mexicano Oscar Cárdenas  fue interpretada con pasión, sensibilidad y con la seguridad que dan los años de estudio para llegar a dominar la guitarra.
Así ante la mirada de asombro del público Orlando tocó su guitarra con la pasión  reflejada en los gestos y movimientos de su cara.
Complacido el auditorio premió su  entrega con fuertes aplausos y tras un breve suspiro volvió a colocar sus dedos  en la guitarra para  interpretar el Vals venezolano 2 y 4 de Antonio Lauro,  piezas para agradar que  permearon las fibras más sensibles del público hasta conducirlo por un tobogán de momentos sublimes que van del relajamiento a la exaltación.
Como siguiente pieza Orlando Moreno interpretó Sueño del  reconocido compositor del romanticismo, el español Francisco Tárrega.    De bella melodía  la obra esconde entre sus

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