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Un repertorio ecléctico y dinámico, permitió a los alumnos dirigidos por los maestros Max Carreón y Carlos Ruiz ofrecer una serie de melodías de forma individual, en dúos, tríos, cuartetos y así progresivamente hasta llegar a un gran conjunto musical. 
Cencerros, triángulo, congas, batería, güiro, vibráfono, pandero y marimba, fueron algunos de los instrumentos con los que los alumnos demostraron su habilidad, conocimientos y, sobre todo, un auténtico gusto por la música, ya que en cada pieza pudo experimentarse la pasión y entrega de los jóvenes artistas.
 
Canciones como “Sorri, sou rei” de Natiruts, “El sapo”, un son tradicional chiapaneco, “Minueto en sol mayor” de Anna Magdalena Bach, “Tarantela”, “La sandunga”, son tradicional oaxaqueños, “Composición N°1” de Johann Sebastian Bach, “Milonga del ángel” de Astor Piazzolla, “Pandereta china” y “Concierto para marimba y orquesta”, de Ney Rosauro, dieron espacio a que hombres y mujeres, niños y adolescentes, tuvieran momentos brillantes, y que demostraran la magia de la música en conjunto.
 
Sin lugar a dudas, el momento estelar de la noche llegó con “Chiapas de Corzo”, ya que el compositor de la melodía, Gustavo Peña, estaba presente, y junto a cuatro miembros del taller de percusiones, brindó una fantástica presentación que desató la euforia del público; la cereza del pastel para un recital lleno de gozo y sorpresas.
   

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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