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Publicado el 2 octubre, 2014

“Almacenados” clausuró Escena Mazatlán 2014

Bajo la dirección de Fernando Bonilla, su hermano Sergio, y su padre, el colosal Héctor Bonilla, ofrecieron una auténtica cátedra con una obra que dobló de la risa y conmovió hasta la médula al público congregado en todas las locaciones del Teatro Ángela Peralta.El dramaturgo catalán David Desola presenta cinco días en la vida del “Señor Lino”, un anciano que, literalmente, ha ingresado en la cuenta regresiva de su retiro. Sin embargo, antes de salir del empleo en el que ha estado confinado por 29 años debe preparar a su remplazo, el inexperto “Nin”.
La química entre estos polos opuestos no podía dar otro resultado que el caos y la risa: “Lino”, un hombre senil, cuadrado, obsesivo, iracundo, burlón, solitario y malicioso se enfrenta al apático, sarcástico, ingenioso, atrevido, desolado y mediocre “Nin”.
Las manías de uno, y el carácter inquieto del otro, romperán el cerrado, monótono y casi fantasmal ambiente del almacén en el que colaboran y conviven.
De inmediato, Héctor Bonilla llenó el escenario con los modos, gestos, palabras y actitudes de un anciano intransigente, y entrañable, que rompe en cólera   cuando “Nin”  modifica el mínimo detalle de su mundo: una tarjeta mal perforada, la colocación del  uniforme o un hormiguero.
Éste por su parte se empeña en confrontar  sutil o abruptamente la miseria y el conformismo de su supervisor, un hombre que pese al patetismo de su situación, se niega a aceptar el retiro porque el trabajo representa para él todo su orgullo.
Harto de la situación “Nin” rompe todas las reglas, se atreve a llegar a los “altos mandos” que para el “Señor Lino” eran impensables y ocasiona un colapso en el mundo del anciano al enfrentarlo a su realidad.
A su vez, “El Señor Lino” impulsa al joven a buscar otro futuro, una vez que observó y valoró su inteligencia y nobleza, pero “Nin” se encuentra irremediablemente sumido en sus propios temores.
En una hora y media, los Bonilla utilizaron la tensión entre estos personajes, junto a un mar de diálogos sencillos, agudos e ingeniosos que generan  carcajadas  e invitan a  realizar una reflexión sobre la desafortunada habilidad que posee el ser humano para adaptarse al conformismo, el miedo y la mediocridad más absoluta.
Al final, una v

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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