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En tres salas distintas, la antigua casona del Centro Histórico de Mazatlán ofreció un coctel de sonidos y colores en manos de los músicos de la Camerata Mazatlán, una de las agrupaciones musicales de mayor solidez  en el puerto que en esta noche tuvo con director invitado al maestro Héctor Reyes.“Suite Holberg, op. 40” de Edvar Grieg, inició la velada con vivacidad y alegría. En los dos movimientos de esta pieza destacó la presencia de los instrumentos de cuerda, violas, violines y violoncellos.
Por su parte, “Invención para oboe y flauta” de la autoría del maestro Reyes, unió los talentos de Laura García en la flauta, y Vilma Domínguez en el oboe para crear una pieza juguetona, llena de disonancias y momentos impredecibles que capturaron la imaginación de la audiencia.
Posteriormente, el público se dirigió justo al centro del edificio para contemplar la interpretación de marimba del maestro Max Carreón en “Hop”, de Paul Lansky, que tras crear una atmósfera enigmática, plagada de sutilezas, dio paso a “Zapping trío”, que incorporó a los maestros Sergio Freeman en el clarinete, y Max Torres en el contrabajo, para un momento único, con un sonido fresco cercano a una improvisación de jazz.
Después, el público pasó a una pequeña sala adornada con veladoras para degustar alimentos y bebidas, y luego dirigirse al espacio que está justo bajo la cúpula de Casa Haas, en donde se desarrollaron una serie de números bajo una intensa luz rosa.
“El 1er mov. Sonata para violín y piano Nº1 en sol mayor Op. 78” de Johannes Brahms fue ejecutado con gran vigor, elegancia y maestría por la violinista Nina Farvarschuck y Sergio Freeman, en el piano.
Después el “Dúo para violonchelos en re mayor” de Franz Joseph Haydn unió a Citlali Cisneros y Eddie Jumbo, en un momento cargado de exquisitez.
Para la parte final de “Miscelaneous”, los miembros de la Camerata Mazatlán volvieron a unirse en el escenario entorno al “Concierto para violín y oboe en do menor BWV 1060” de Johann Sebastian Bach, en donde el maestro Héctor Reyes comentó varios detalles de esta pieza para que el público pudiera disfrutarla en su máxima expresión.
Para finalizar, la alegre, impetuosa y vivaz “Suite Saint Paul” del compositor inglés Gustav Holst puso una nota brillante, impetuosa y sumamente divertida al cierre del concierto, que mostró la versatilidad de la Camerata Mazatlán en un formato novedoso que se perfila hacia la perfección para su siguiente presentación, el jueves 23 de octubre, a las 19:00 horas en Casa Haas.
Los boletos para los próximos conciertos están a la venta en la taquilla del Teatro Ángela Peralta. Pr

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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